LIVERPOOL, INGLATERRA.- Virgil Van Dijk, cerebro esta temporada del Liverpool y elegido recientemente jugador del año en el fútbol inglés, ha sido la torre de control que ha dirigido a su equipo al subcampeonato en la
Premier League, en una temporada histórica en la que no logró el título pese a sumar 97 puntos y perder un solo partido en todo el campeonato.
Las actuaciones del holandés con su club este curso han hecho olvidar las dudas generadas por su fichaje récord de enero de 2018, cuando se convirtió en el defensa más caro del mundo al pagar por él 84 millones de euros.
Las negociaciones en su día entre el Liverpool y el Southampton fueron duras, pero el entrenador Jürgen Klopp no tenía dudas y se empeñó especialmente en su contratación. Un año y medio después, con dos finales de Champions y un subcampeonato de Inglaterra, la apuesta se ha revelado ganadora.
'Ya nadie piensa (en el precio). Está bien porque en este momento, en el mercado lo vale' o incluso su coste de entonces es 'demasiado bajo', presume Klopp.
No es el único que lo piensa, ya que el internacional de 29 años se ha convertido en el primer defensa elegido mejor jugador de la Premier League por los futbolistas desde hace 14 años.
Van Dijk ha aportado sobre todo equilibrio al once de los 'Reds'. En los dos primeros años de Klopp en el banquillo de Anfield, su equipo marcaba muchos goles, pero también recibía muchos.
Ahora las estrellas de ataque, con Mohamed Salah al frente, tienen un mayor contrapeso en defensa, que permite un balance mucho mejor.
Calmado, seguro de sí mismo y potente físicamente, este 'gigante' de 1,93 metros impresiona también por sus cualidades de organizador del juego, permitiendo brillar con fuerza a otros compañeros como Andy Robertson, Trent Alexander-Arnold o Joe Gomez.
'Es lo que se espera de jugador nuevo, que haga progresar a todo el equipo', resume Klopp.
'Claro que sí, es un muy buen jugador' que 'hace mejores a los que están a su alrededor', celebra el entrenador alemán.
Las actuaciones del holandés con su club este curso han hecho olvidar las dudas generadas por su fichaje récord de enero de 2018, cuando se convirtió en el defensa más caro del mundo al pagar por él 84 millones de euros.
Las negociaciones en su día entre el Liverpool y el Southampton fueron duras, pero el entrenador Jürgen Klopp no tenía dudas y se empeñó especialmente en su contratación. Un año y medio después, con dos finales de Champions y un subcampeonato de Inglaterra, la apuesta se ha revelado ganadora.
'Ya nadie piensa (en el precio). Está bien porque en este momento, en el mercado lo vale' o incluso su coste de entonces es 'demasiado bajo', presume Klopp.
No es el único que lo piensa, ya que el internacional de 29 años se ha convertido en el primer defensa elegido mejor jugador de la Premier League por los futbolistas desde hace 14 años.
Van Dijk ha aportado sobre todo equilibrio al once de los 'Reds'. En los dos primeros años de Klopp en el banquillo de Anfield, su equipo marcaba muchos goles, pero también recibía muchos.
Ahora las estrellas de ataque, con Mohamed Salah al frente, tienen un mayor contrapeso en defensa, que permite un balance mucho mejor.
Calmado, seguro de sí mismo y potente físicamente, este 'gigante' de 1,93 metros impresiona también por sus cualidades de organizador del juego, permitiendo brillar con fuerza a otros compañeros como Andy Robertson, Trent Alexander-Arnold o Joe Gomez.
'Es lo que se espera de jugador nuevo, que haga progresar a todo el equipo', resume Klopp.
'Claro que sí, es un muy buen jugador' que 'hace mejores a los que están a su alrededor', celebra el entrenador alemán.