TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Aunque ha sido común la discusión y aprobación del proyecto de Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República para el subsiguiente ejercicio fiscal en diciembre, el instrumento para 2023 quedó en suspenso en el Congreso Nacional.
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Al reanudarse las sesiones ordinarias y previo al cierre de la primera legislatura, el proyecto de ley que contiene la estimación de los ingresos, egresos o gastos que el sector público destinará a las distintas áreas deberá de haberse admitido por los diputados. Por tal razón, quedan 16 días antes de la instalación de la segunda legislatura para reunir la mayoría simple de votos y proceder a su aprobación.
Los disensos entre las fuerzas políticas por el crecimiento del presupuesto respecto a otros períodos y cuestionamientos para priorizar partidas como las concernientes a salud como también educación frenaron someter a los tres debates el proyecto que remitió la Secretaría de Finanzas al CN, que argumentó que el aumento es de un 8.9% o 32,013.8 millones de lempiras.
Sin embargo, EL HERALDO comprobó que la diferencia entre el monto presupuestado para 2023 y el ampliado y que estuvo en vigor en septiembre de 2022 fue casi el doble, es decir 17.3%.
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A los 392,519.7 millones de lempiras asciende el Presupuesto 2023, del que 234,540.8 millones son los recursos para el gobierno central y 157,978.8 millones para la administración descentralizada.
A diferencia del resto de presupuestos formulados, discutidos y admitidos a lo largo de la historia nacional, el principal instrumento de política económica y social del actual gobierno fue elaborado bajo la metodología de Presupuesto Base Cero (PBC), que para expertos en materia económica consultados por este rotativo solo serán las palabras sin que se traduzca en los hechos.
Desproporcionado
“El Presupuesto 2023 en materia de egresos presenta un crecimiento desproporcionado a las capacidades reales tanto de ejecución como de habilidad de financiamiento”, subrayó el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh). Añade que “el gobierno debe tener una postura austera en ciertos gastos y enfocarse en la inversión pública, acelerando la ejecución, pero con objetividad y sosiego aceptar que las condiciones no son las mismas y al momento de entrar a la modificación presupuestaria se requiere hacer un esfuerzo sustancial a la baja”.
Para el monitoreo en tiempo real de las variables macroeconómicas nacionales e internacionales y tomar decisiones efectivas se sugiere establecer un consejo consultivo macroeconómico de emergencia compuesto por todos los sectores.
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) salió al paso en la temática como parte de su mensaje a la nación 2023, insistiendo que se requiere más inversión en educación, salud, seguridad e infraestructura y sostiene que sea “un presupuesto para el desarrollo de Honduras”.
Se enfatiza que “en los próximos días debe de aprobarse un presupuesto que facilite la dotación de recursos para proyectos de infraestructura, iniciativas de apoyo al agro, programas de apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa (mipyme), atacar la informalidad en la economía y políticas de combate al cambio climático”.
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