TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las perspectivas económicas para América Latina y el Caribe no son halagadoras. “Para 2022 se espera que la región vuelva a la senda de bajo crecimiento observado antes de la pandemia de covid-19”, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Ayer la Cepal publicó el “Estudio económico de América Latina y el Caribe: Dinámica y desafíos de la inversión para impulsar una recuperación sostenible e inclusiva”, en donde presenta un amplio análisis sobre la situación socioeconómica de la región.
Los pronósticos abarcan a Honduras, que antes de la pandemia experimentó variaciones en sus tasas de crecimiento.
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En 2017 el Producto Interno Bruto (PIB) de Honduras creció 4.8%, en 2018 bajó a 3.7%, en 2019 se desaceleró en 2.7% y 2020 se contrajo a 9.5% por el impacto del covid-19 y por las tormentas Eta y Iota. En 2021 creció 12.5% y para este año se pronostica 4%.
La Cepal considera que en un contexto de restricciones se requiere una coordinación de políticas macroeconómicas que apoyen la aceleración del crecimiento, la inversión, la reducción de la pobreza y la desigualdad, a la vez que enfrentan la inflación.
Condiciones
La Cepal considera que reactivar la dinámica de inversión es central para un crecimiento económico sostenible.
Para Manuel Bautista, expresidente del Banco Central de Honduras (BCH), para atraer la inversión -tanto nacional como extranjera- es necesario enfatizar en la seguridad jurídica y la seguridad de las personas. Agrega que la institucionalidad debe dar señales de respeto al capital, a la relación laboral y en general respeto a las leyes.
“Solo los países que respetan la institucionalidad y que practican la independencia de poderes son los que se han desarrollado, los que no lo hemos hechos estamos condenados al atraso”, subrayó.
Bautista dice que para un crecimiento económico sostenible requiere estabilidad financiera, gasto racional e invertir en infraestructura.