TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El saldo de las reservas internacionales netas del Banco Central de Honduras (BCH) está lejos de recuperar las cifras de cierre de 2023.
Al pasado 2 de septiembre las reservas sumaron 6,958.4 millones de dólares, con una caída de $597.5 millones respecto a diciembre de 2013 (7,555.9 millones de dólares).
Ese comportamiento provocó que la cobertura de meses de importaciones de bienes y servicios se redujera de 5 (1,511.2 millones de dólares por mes) a 4.4 meses ($1,581.4 millones mensuales).
La caída de reservas monetarias se contuvo en los últimos tres días de agosto al recibir el BCH un desembolso de 50 millones de dólares del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
No obstante, las autoridades del Banco Central sostienen que la cobertura de las reservas netas está por encima del parámetro internacional, que es de tres meses de importaciones.
Agregan que el saldo de las reservas líquidas definidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) es de 5,500 millones de dólares para septiembre 2024.
Las reservas del BCH acumulan una caída en los últimos tres años por una serie de factores que han contribuido a ese resultado, entre ellos el préstamo de 1,000 millones de dólares a la Secretaría de Finanzas (Sefin) para financiar el presupuesto 2022-2023, así como por menor ingreso de divisas.
A diciembre de 2021, las reservas internacionales netas en poder del Banco Central de Honduras sumaron 8,677.6 millones de dólares, con una caída acumulada al 2 de septiembre de 2024 de $1,719.2 millones.
La meta de reservas internacionales acordadas con el Fondo Monetario al cierre de 2024 es de 7,698 millones de dólares, con una acumulación de $142.1 millones y que a criterio de expertos entrevistados, el BCH se aleja de la posibilidad de cumplir con esa meta indicativa.
Sin embargo, las autoridades del Gabinete Económico han anunciado que trabajan en la primera y segunda revisión semestral del acuerdo vigente con el FMI, y que de aprobarlas les permitirá acceder a $240 millones en apoyo a la balanza de pago y, por ende, fortalecer las reservas monetarias.