TEGUCIGALPA, HONDURAS
La crisis financiera de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) tiene varias explicaciones. Los contratos de energía, principalmente los renovables firmados en la última década, han acelerado el deterioro de las finanzas de la estatal eléctrica al pagar onerosos precios por el kilovatio hora.
El pago de los contratos absorbe alrededor del 80% de los ingresos anuales por la venta de energía.
El Tribunal Superior de Cuentas (TSC) ha revelado los resultados de una extensa auditoría en la ENEE, en donde, además de los altos costos por kilovatio, encontró que hay contratos que gozan del pago de cargos fijos.
El costo fijo se aplica a las plantas térmicas al estar obligadas a tener inventario de combustibles para generar energía en cualquier momento. Ese cargo la estatal eléctrica está obligada a pagarlo generen o no energía las plantas.
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Energía eólica
La construcción del primer parque eólico en Honduras, con una capacidad instalada de 100 megavatios, inició en 2012 en Santa Ana y San Buenaventura, Francisco Morazán. Ese contrato es parte del informe especial 003-2015-DASII-ENEE-A que preparó el TSC.
Uno de los hallazgos de la auditoría es que la “suscripción de contratos de generación de energía eólica no cumplió con los precios ofertados según lo estipulado en el decreto ejecutivo PCM-16-2008, legalizando los contratos con precios superiores”.
El informe revela que al revisar el contrato 49/2008 suscrito el 1 de octubre de 2008 entre la Empresa Energía Eólica de Honduras S. A. (EEHSA) y la ENEE, se constató que la contratación no cumplió con los requisitos y limitantes exigidas en el decreto PCM-16-2008.
El artículo 2 de ese decreto establecía que el precio que se pactara debía ser más bajo que el ofertado el 7 de diciembre de 2007, como parte de un proceso de compra por cotización realizado por la ENEE en 2007.
El parque eólico Cerro de Hula, con una vigencia de 20 años, es una contratación directa, autorizada según decreto de emergencia PCM-16-2008 de 2 de julio de 2008.
El TSC señala que “al comparar los precios con que se suscribió el contrato 49/2008 en relación con los ofertados para el proceso de cotización de suministros de 100 MW de potencia y energía del año 2007 por EEHSA, se comprobó que la suscripción de valores se realizó con precios superiores a los ofertados”.
La oferta de 2007 tenía un valor por cargo fijo de cero centavos de dólar, con un valor único de 107.50 dólares en concepto de energía, sujeto a inflación mensual, con base en el índice de precios al consumidor de EE UU.
Sin embargo, el contrato que se firmó tiene un cargo fijo de 3.99 dólares por kilovatio al mes por 15 años, lo que ocasionaría un pago nominal contractual de 71,820,000.00 dólares, sujeto a la limitante de capacidad demostrada mensual y un pago por energía de $106, sujeto a una inflación anual en relación del 1.5%.
Perjuicio económico
El Tribunal Superior de Cuentas señala que al comparar el precio monómico que se pactó en el contrato de 106 dólares por megavatio hora producida, más el cargo fijo financiero de 3.99 dólares, con el precio monómico de la oferta de 107.50 por mega, se comprobó que la ENEE ha realizado erogaciones de más que ascienden a 8,192,764.64 dólares entre 2011-2014.
Agrega que el cargo fijo fue pagado en lempiras, haciendo un total de 167,575,460.73 millones por haber suscrito el contrato a un precio superior al ofertado. El TSC señala que de haberse pagado con los precios pactados, la ENEE hubiese cancelado 128.6 millones de dólares y no los 136.8 millones.
Los ejecutivos de EEHSA respondieron en la investigación del TSC que el cargo fijo fue una decisión de las autoridades de la ENEE como la acción más conveniente para el Estado y así evitar una pérdida de valor de los flujos del proyecto.
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