Tegucigalpa, Honduras
El nerviosismo en los países más dependientes de las remesas familiares aumenta con la serie de medidas que está adoptando el gobierno de Estados Unidos.
Para los centroamericanos un impuesto de hasta 8% a los envíos, como trasciende en el ámbito internacional, generaría un impacto directo en su Producto Interno Bruto.
Sin embargo, “no se puede castigar más allá de los impuestos que ya paga la gente”, afirmó ayer el presidente del Banco Central de Honduras (BCH), Manuel Bautista.
“No sé si eso es factible porque las leyes de Estados Unidos (no) están establecidas de esa manera. Tendría que verse cómo la cámara de representantes y el senado aceptan una propuesta de estas”, explicó.
Una de las mayores preocupaciones es que Donald Trump ya giró un acuerdo para la construcción del muro en la frontera con México.
Durante la campaña política, Trump dijo que sería pagado con parte de las remesas de México (el mayor receptor), pero no descarta a los países de América Central.
El funcionario reconoció que “el impacto sería negativo porque la cantidad de remesas serían menores, pero esperamos que eso no sea una decisión que se pueda hacer de la noche a la mañana”.
En el caso de que se registre una caída de 20% de las remesas significaría un punto menos en el crecimiento económico, o sea que pasaría de 3.6% a 2.6%, detalló.
“Siempre hay preocupación. Tenemos incertidumbre, creo que tenemos que trabajar más de parte de gobierno, incentivar la inversión en los sectores productivos”, sostuvo.
Importancia regional
Una reducción no afectaría solo a Honduras, ya que los países vecinos también dependen en gran medida de estos envíos de dólares.
En 2016, Guatemala captó 7,159.9 millones de dólares en remesas familiares, y creció 14.8% con respecto al mismo período de 2015. Honduras recibió 3,950 millones, o sea 6.6% más.
Mientras que en El Salvador sumaron 4,576 millones de dólares, un aumento de 7.2% y Nicaragua registró crecimiento de 5.1%.
El 90% de los envíos provienen de Estados Unidos, según informes oficiales.
Los datos reflejan el beneficio que están teniendo los países al contar con una mayor cantidad de recursos que mejoran las condiciones económicas de las familias.
La dependencia de las remesas obedece principalmente a la falta de oportunidades educativas y de empleo para los jóvenes.