Tegucigalpa, Honduras
Los migrantes hondureños han acelerado el envío de remesas al país, de acuerdo con un informe del Banco Central de Honduras (BCH).
Del 1 de enero al 16 de febrero, el monto promedio recibido a diario subió a 10.5 millones de dólares, cifra mayor en 1.8 millones en comparación con el mismo período del año pasado cuando sumaba 8.7 millones.
En moneda nacional indica que las familias en Honduras pasaron de recibir 200 a 250 millones dólares cada día.
El monto total aumentó de 407 a 492 millones de dólares, o sea que se han disparado en más de 11%. Al cierre de este mes, habrán ingresado cerca de 600 millones de dólares, según las proyecciones del BCH.
La meta para el cierre de este año es de que las remesas crezcan 5% para llegar a los 4,150 millones de dólares.
Factores
El 90% de los hondureños en el exterior radica en Estados Unidos y con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos se desató un nerviosismo.
A consecuencia, los compatriotas, en su mayoría indocumentados, comenzaron a enviar más dólares.
Lo anterior se derivó de las nuevas políticas que anunció Trump en el tema migratorio.
Asimismo, anunció la construcción de un muro en la frontera con México.
Estas y otras propuestas, como aplicar un impuesto a las remesas, habría causado el mayor flujo de divisas para el país, así como para el resto de países centroamericanos.
Para Honduras, los también llamados “migradólares” representan el 18.5% del Producto Interno Bruto (PIB), indicador que supera los 20,000 millones de dólares.
El temor es que ahora las remesas se estén disparando para luego caer estrepitosamente motivado por masivas deportaciones.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el impacto de una reducción de los envíos sería fuerte, por lo que recomendó a los países a mejorar la productividad de sus ciudadanos a través de la educación.
También trasladar más el bajo precio de los carburantes a la economía para crecer más y aumentar las exportaciones.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), más del 80% de las remesas familiares se gastan en alimentación y vestuario, y entre 4% y 8% a salud y educación.
