Estudiantes, entre los que más desaparecen en Honduras: “Crea una especie de terror”
Más de la mitad de las personas desaparecidas en Honduras tienen entre 10 y 39 años, según los reportes de Seguridad. El 70% de las desapariciones en el país se concentran en Francisco Morazán y Cortés
- 19 de julio de 2024 a las 00:00
TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las denuncias llegan a las postas policiales. Los miembros de la Policía Nacional levantan el reporte y, cuando las horas transcurren sin saber de los desaparecidos, comienza la búsqueda.
Algunos son encontrados vivos, de otros no se sabe sobre su paradero hasta que sus cuerpos aparecen tirados en calles o lugares solitarios, pero hay una buena parte de la que aún no se conoce su ubicación.
La Real Academia Española (RAE) dice que una persona está desaparecida cuando su paradero es desconocido, pero también lo relaciona con una persona muerta de la que no han encontrado su cuerpo.
Entre enero de 2017 y mayo de 2024, la Secretaría de Seguridad registró 7,742 denuncias por desaparición de personas, pero el 15% de las víctimas son estudiantes.
EL HERALDO Plus tuvo acceso a los reportes de cada denuncia de desaparecidos en los últimos 7 años y 4 meses. El 31% de las víctimas tenían entre 10 y 19 años, mientras que el 17% entre 20 y 29 años. Esto significa que por cada 10 personas desaparecidas, 3 son adolescentes y 1 tiene entre 20 y 29 años.
Es un mensaje
En Honduras hay muchos casos de desaparecidos, pero el de Enoc Chinchilla (un pequeño que fue sacado de su casa luego de que su abuelo, tío y niñera fueran asesinados en Tela, Atlántida), Angie Peña (desapareció en 2023 en Islas de la Bahía), las 13 personas que sacaron de sus viviendas en la aldea El Crique Las Marías, de Tela, Atlántida, y 12 en Baracoa, Cortés, tuvieron mucho realce por cómo ocurrieron las cosas. En el país se registra en promedio 3 denuncias por desaparición de personas cada día.
El experto en temas de seguridad, Gonzalo Sánchez, afirmó que el blanco más vulnerable son los menores de edad y jóvenes, pues “secuestrar personas que de repente no están involucradas, ni coludidas, con el narcotráfico ni con pandillas, y llevárselas y desaparecerlas, eso es como para crear una especie de terror, de temor a la ciudadanía y también, como quien dice, le voy a dar un ejemplo a la Secretaría de Seguridad y al Gobierno de la República”.
“Es un mensaje que preocupa y no solo preocupa al gobierno y a la Secretaría de Seguridad, porque a quien más preocupa es a la población, a nosotros que nos vayan a secuestrar un hijo, un niño, un hermano, lo que sea”, dijo.
Sánchez se refirió a las estructuras criminales, que desaparecen y hasta asesinan a personas en respuesta a muchas acciones realizadas por Seguridad, aunque dejó claro que no son suficientes porque “no hay voluntad política”.
Por eso las estructuras criminales se dan el lujo de decir “si nos atacan, somos capaces de hacer esto, esto y esto”, afirmó.
Sánchez dijo que esa es la principal razón para que las personas de entre 10 y 39 años (adolescentes, jóvenes y jóvenes adultos) desaparezcan, pues crea más terror. “El crimen organizado puede hacer eso, o sea, entre más terror siembra y no solo el crimen organizado me refiero también a las estructuras criminales, pueden realizar este tipo de actos con menores”, condenó.
Lo mencionado por Sánchez coincide con las cifras de Seguridad, ya que a partir de los 40 años las denuncias por desapariciones son inferiores.
Este rotativo también analizó los casos según la profesión u oficio de la víctima, evidenciando que los estudiantes aparecen entre los grupos más vulnerables.
Seguidamente están los abogados, pues en los últimos 7 años y 4 meses Seguridad reportó 1,013 desapariciones. Las amas de casa, comerciantes, agricultores, obreros, conductores y hasta albañiles también sobresalen en el listado de personas desaparecidas. Cabe mencionar que en los registros aparece la denuncia, pero no el tipo de respuesta que las autoridades dieron o si los casos fueron desestimados cuando la víctima apareció.
EL HERALDO Plus intentó hablar con el portavoz de la Secretaría de Seguridad, Miguel Martínez Madrid, para conocer detalles sobre estos casos y el tipo de respuesta que daban, pero en la llamada que contestó afirmó estar en un evento, sin dar más respuesta, al menos al cierre de esta edición, a las interrogantes realizadas.
Javier Acevedo, director ejecutivo del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), afirmó que los adolescentes y jóvenes están entre los grupos con más reportes de desaparecidos porque son más vulnerables a la trata de personas por su edad, otros se van con pareja, también hay casos de personas que emigran y porque son víctimas de la actividad criminal.
“Particularmente en el caso de los menores de edad, como no hay huellas dactilares, como no hay otros elementos que permitan identificarlos en caso de encontrar cuerpos o cuerpos de descomposición, entonces los familiares de repente presentaron la denuncia, pero no le han dado el seguimiento debido y entonces cuenta que hagan la identificación o que puedan hacer el matching de ADN para identificar a sus parientes”, lamentó.
Aseguró que el Estado está en la responsabilidad de darle respuesta a la denuncia de las familias y, en todo caso, hacer una criba, un rastreo periódico para determinar que hay algunos que se han recuperado comunicación con sus parientes, entonces se desestima la denuncia.
Afirmó que la cifra de desapariciones en el país es alta porque no está depurada, es decir, la gente denuncia la desaparición, pero casi nunca reporta la aparición de su familiar. Además, se desconoce el avance de las investigaciones en cada caso.
Investigaciones
El secretario de Seguridad, Gustavo Sánchez, afirmó a inicios de julio, cuando informaba sobre el caso de los 5 jóvenes raptados en la colonia Mirador de Oriente, que no es necesario que pasen 24 horas para iniciar con la búsqueda de las personas desaparecidas.
“Desde hace un tiempo eso cambió... existe el reporte de desaparecido y la denuncia de desaparecido... Cuando nosotros recibimos este reporte, tiene que ver con jóvenes que se van de sus casas por múltiples razones, jóvenes que emigran hacia Estados Unidos y no informan a la familia, y un reducido número, que igualmente no debería darse, son algún tipo de personas que son privadas de libertad, como el caso de estas cinco personas raptadas en Villa Nueva por la pandilla 18”, dijo.
El protocolo de búsqueda de la Secretaría de Seguridad establece que tras recibir la denuncia se levanta un reporte. El reporte aparece, casi siempre, con fecha de un día después de la denuncia, según los registros a los que tuvo acceso este rotativo.
Lo que sigue son las investigaciones, hasta dar con la evidencia suficiente para saber sobre el paradero de la persona desaparecida.
Este es el protocolo que Seguridad debió seguir en los 7,742 casos reportados entre 2017 y mayo de 2024.
De estos casos, se desconoce cuántas personas aparecieron, especialmente en los años en los que los reportes son muchos más altos: en 2018, 2019, 2021 y 2022 (el primer año de la presidenta Xiomara Castro).
En estos años las desapariciones denunciadas superaban los mil casos. Hasta mayo de 2024 ya había 454 denuncias, entre ellas la de las 23 personas que fueron sacadas de varias viviendas en Tela, Atlántida y El Crique, en Baracoa, Cortés. El caso sigue abierto, pero las autoridades no han dado detalles de su paradero.
“El Estado tiene la obligación de mantener abierto el caso de desaparición; se considera que el crimen continúa ocurriendo mientras no aparezca. Entonces, ese crimen continúa o debería continuar abierto como responsabilidad de las instituciones públicas”, sugirió el defensor de derechos humanos, Javier Acevedo.
Afirmó que precisamente en eso están fallando las autoridades de Seguridad, pues con el pasar de los días dejan de investigar.
“Es necesario que las autoridades de investigación sí estén activos en esos procedimientos. Por eso, a inicios de este año el Comité de Desaparición Forzada le hizo una comunicación al Estado de Honduras para avanzar, por ejemplo, en el caso de Angie Peña, pero también para avanzar en los otros casos de desaparición”, recordó.
En marzo de 2024, el grupo de trabajo de la Organización de Naciones Unidas sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias (GTDFI) también instó a Honduras a crear una agencia especializada de búsqueda con “carácter interdisciplinario” para dar respuesta a las familias de las víctimas.
Autoridades ya conocen los puntos de conflicto
Casi el 70% (7 de cada 10 casos) de los reportes de desapariciones en Honduras se concentraron en dos departamentos: Francisco Morazán y Cortés.
Aunque ambos puntos también aparecen como los más violentos del país, los registros de Seguridad en cuanto a desapariciones marcan un patrón: el centro, oriente y norte de Honduras tienen cifras preocupantes de denuncias porque familiares o parientes desconocen el paradero de sus seres queridos.
Al hacer un análisis por las colonias, este rotativo encontró que las ubicadas justo a la salida oriente de la capital son las que tienen más reportes.
Todos estos puntos están completamente identificados por las autoridades de Seguridad, pero “la cantidad de crímenes que ocurren en el país es bastante alta y la capacidad de respuesta policial, de investigación, es bastante limitada”, condenó Acevedo.
“Yo creo que por eso, igual que las organizaciones de derechos humanos, hacemos siempre un llamado para fortalecer la institucionalidad pública y fortalecer la institucionalidad pública no solo en cuanto a cantidad de policías, que más particularmente en capacidad de investigación y en capacidad de persecución del delito, para que haya suficientes fiscales, haya suficientes investigadores asignados para darle seguimiento a estos y otros casos”.
Sánchez, por su parte, afirmó que es necesario “arreciar las operaciones, arreciar los allanamientos, arreciar las capturas, porque la Policía con el estado de excepción puede hacerlo perfectamente bien”.
El experto comparó la situación de El Salvador y Honduras, pues las acciones en el primer país han permitido que se posicione como uno de los más seguros, mientras Honduras sigue arrastrando las mismas dificultades.
“Aquí personas matan y no hay persecución como debe de ser. Falta persecución del delito. ¿Qué pasa? Si saben que lo andan persiguiendo, que andan tras de sus pasos, que fueron donde tu mamá, que fueron donde tu hermano, te andan buscando un montón de policías, que fueron donde tu mujer, que fueron donde tu tía, te andan buscando. ¿Usted cree que ese hombre o esa persona va a seguir matando?”, preguntó, al tiempo que dijo que esa es la solución para reducir los crímenes y también bajar la alarmante cifra de impunidad que hay en el país.