Análisis: Comercios e industrias del norte sostienen subsidio energético
Clientes industriales y comerciales del norte de Honduras han pagado hasta L 66 millones mensuales de cargo extra para financiar el subsidio a otros abonados
El subsidio cruzado se carga a las empresas y a las industrias que consuman más de 500 kWh al mes.
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TEGUCIGALPA, HONDURAS. El sector comercial e industrial del país enfrenta la carga de tarifas más altas de energía eléctrica debido a la implementación del subsidio cruzado para beneficiar a aquellos consumidores cuyo uso eléctrico no excede los 150 kilovatios, según lo dispuesto por el gobierno en 2022.
Según los datos obtenidos por la Unidad de Datos de El Heraldo Plus a través de la solicitud de información SOL-ENEE-1386-2024, aproximadamente 900 mil clientes mensuales han sido beneficiados con el subsidio de energía desde marzo de 2022 hasta diciembre de 2023.
El Decreto Ejecutivo PCM-02-2022, publicado en el Diario Oficial La Gaceta el 11 de febrero de 2022, establece que el subsidio cruzado se financia en un 40% por cobros al sector privado y el restante 60% sale del presupuesto de la República. El cobro a las empresas se carga a las que consuman más de 500 kilovatios al mes.
Sin embargo, esta disposición ha tenido un impacto en los sectores comerciales e industriales. En marzo de 2022, por ejemplo, la empresa privada contribuyó con 118.838 millones de lempiras, de los cuales corresponden L 59.9 millones al sector comercial y L 45.7 millones al sector industrial.
En otras palabras, ambos sectores aportaron el 89% del subsidio total correspondiente a la empresa privada (40%) en marzo de 2022. Esta tendencia se mantuvo constante en los meses siguientes del año, con la zona norte siendo las más impactadas en el pago de la tarifa eléctrica para aportar al subsidio.
La data más reciente (diciembre de 2023) muestra que hubo 889,233 beneficiados con un monto de L 290 millones de energía que fueron subsidiados por el gobierno y la empresa privada.
Transparencia
EL HERALDO Plus revisó los datos proporcionados por la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), los cuales detallan mensualmente los beneficiarios del subsidio, los montos otorgados, así como el total aportado por el sector privado. No obstante, al contrastar los montos mensuales con las contribuciones del sector privado, se evidencia una discrepancia en las aportaciones.
Por ejemplo, en el mismo marzo 2022, la empresa privada aportó L 118.8 millones de los 291.4 millones que correspondían al subsidio. Con un pequeño cálculo, encontramos que en realidad la empresa privada debía aportar L116.5 millones (40%), lo que implica un excedente de 2.3 millones.
Rolando Castillo, gerente de distribución de la ENEE, explicó a EL HERALDO Plus que estas discrepancias pueden atribuirse al cambio en el consumo de energía mes a mes, que oscila entre un 35% y un 45%. Por lo tanto, el saldo pendiente se ajusta en los meses siguientes según la necesidad.
”Usted sabe que el consumo en su casa cambia de mes a mes, entonces lo que se va a haciendo es ajustando cada mes tal cual usted lo dice, lo que no se cobra en un mes se cobra en el siguiente y si se cobró de más pues sirve de colchón para el otro y así sucesivamente hasta al final del año debe cuadrar el 40 y 60”, explicó.
Castillo también recordó que en años anteriores, el subsidio energético era únicamente responsabilidad del gobierno, pero la ENEE nunca recibía el pago correspondiente por ello. Además, señaló que debido a este subsidio, el sector privado paga entre un 8% y un 10% más por la energía para subsidiar a otros sectores.
No obstante, esta práctica ha sido objeto de críticas por parte de expertos en el tema, quienes lamentan la falta de transparencia en el uso de los recursos, los cuales podrían ser manipulados a discreción de las autoridades “siempre y cuando se alcance un equilibrio al final del año”.
”La suma no cuadra porque depende del consumo entonces siempre ese problema va a existir. La ENEE sale con rentabilidad, recauda más del sector privado de lo que necesita para pagar el subsidio, ellos usan ese dinero para todo; entonces no hay transparencia ni claridad en cómo lo están manejando, en cómo se les cobra a las empresas y a quiénes están beneficiando”, expresó Kevin Rodríguez, especialista en temas energéticos de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
El experto también consideró que el subsidio del 40% al sector productivo debe reducirse, pues los fondos deben salir del presupuesto general de la república.
“Es necesario que la ENEE reduzca las pérdidas técnicas y no técnicas ya que se sitúa en un 38%, lo que representa una pérdida diaria de más de un millón de dólares. Con la reduccion de perdidas a un 15% la ENEE podria ingresar unos 17 mil millones anuales, suficiente para cubrir el costo total del subsidio cruzado de 6,690 millones”, agregó.
Operaciones
El otorgamiento de este subsidio ha generado debate en el ámbito empresarial, debido a su impacto en los costos operativos y la competitividad del sector industrial y comercial. Muchas empresas se ven obligadas a aumentar el precio de sus productos para compensar el costo del subsidio eléctrico, lo que repercute en los consumidores.
”Al encarecer un recurso trasversal como el servicio a la energía encarece los procesos productos, resta competitividad y productividad y al final el cliente final compra productos más caros porque siempre impacta en él”, expresó Alejandra Mejía, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio e Industrias de Choloma (Ccich), quien enfatizó en la insostenibilidad del actual sistema, que eleva los costos operativos de pequeñas y medianas empresas sin ofrecerles estímulos adecuados.
Otro punto importante que destacaron los entrevistados es que la ENEE debe realizar una revisión exhaustiva para constatar que los beneficiarios del subsidio eléctrico sean personas que realmente lo necesitan.
Amparo Canales, presidenta del Colegio de Economistas, reconoció que debido al impacto de la pandemia de covid-19, los huracanes Eta y Iota y la crisis de los precios del petróleo de 2022, el subsidio sirve como una herramienta para aliviar la carga a las personas en mayor condición de vulnerabilidad, “pero la efectividad depende de la focalización que se le de para garantizar que lo reciben quienes lo necesitan de verdad”.
”Es recomendable que las autoridades financien este subsidio de las mismas operaciones de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, que debe ser una empresa rentable. Es importante que reduzcan ese cobro al sector privado a medida que las finanzas de la Enee mejoren”, agregó la economista.
aportó el Cohep para el subsidio de energía en 2022
Aportaciones
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) informó en 2022 que aportó L 1,448.13 millones al subsidio de energía, el cual fue en total de 2,909 millones. Es decir, que aportó un 49%.
Para el Cohep, el subsidio cruzado no es la mejor metodología para reducir la pobreza porque además de sobrecargar a las empresas, mantiene los precios de los productos y servicios elevados, lo que contribuye a una mayor inflación en el país y perjudica de manera indirecta a quienes se quieren beneficiar.
”Desde el sector privado consideramos que este tipo de medidas afectan la competitividad en el sector porque genera una competencia desleal a algunos comercios que tienen una sobrecarga en los costos por energía eléctrica y otros no”, reflexionó Alejandro Kaffati, oficial de Política Económica de la organización.
En estimaciones internas, dijo Kaffati, “hemos identificado que el sobrecosto a la factura energética que se paga actualmente por estos comercios de industria afectados por el subsidio cruzado podría rondar entre el 11 y el 14%”.
Sobre el incremento a los productos que se comercializan, el entrevistado explicó que es un ajuste que se aplica para no recurrir en pérdidas. “Al final del día, si una empresa recurre en pérdidas, tiene que reducir la productividad. Si reduce la productividad, debe reducir la producción. Si se reduce la producción, hay pérdidas de empleo en el país y es lo que no se quiere. Tienen que haber algunos ajustes que lastimosamente no fueron considerados al momento de aplicar este tipo de política con esta metodología en particular de subsidio cruzado”, expresó el experto.
Si bien el subsidio busca aliviar la carga para aquellos en condiciones de vulnerabilidad, su implementación ha elevado los costos operativos para muchas empresas, afectando su competitividad y repercutiendo en los consumidores finales a través de precios más altos. Expertos lamentan la falta de transparencia en el manejo de los recursos, por lo que instan a las autoridades a tomar medidas al respecto.
En promedio, el sector privado destina 159 millones de lempiras mensuales al subsidio de energía. En lo que va de 2024, ha pagado un total de 636 millones de lempiras. Sin embargo, no está claro si esta cifra cubre el 40% del costo total del subsidio o si implica saldos pendientes que deberán abonarse en los próximos meses.