TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Desde imágenes hasta audios. Los deepfakes, contenidos creados con Inteligencia Artificial (IA), cada vez son más comunes en Honduras, un problema más entre tanta información y desinformación, dicen fuentes del equipo de verificación de EL HERALDO.

Aunque la IA se ha convertido en una fuerza transformadora por su gama de aplicaciones innovadoras que prometen mejorar la eficiencia, la productividad y la calidad de vida, en Honduras, su uso es preocupante porque no hay regulación ni muchas campañas de alfabetización digital, advierten expertos.

“¿Se imaginan a la IA en manos de las malas personas de Honduras?”, preguntó Katherine Vásquez, una estudiante de Ingeniería en Sistema de una universidad privada de Tegucigalpa.

Sin marcos legales claros y mecanismos de control, la IA se presta para ser utilizada de manera irresponsable o malintencionada en Honduras, lo que podría dar lugar a consecuencias negativas para la sociedad y los individuos, analizan expertos.

En las redes sociales, por ejemplo, un campo en el que ha proliferado la desinformación, los deepfakes tienen la capacidad de convencer a las audiencias sobre imágenes que nunca fueron capturadas por una cámara o celular o audios que en la realidad serían imposibles de grabar.

Estas narrativas, desmentidas por EL HERALDO, han sido compartidas miles de veces y reproducidas por millones, una situación que deja en evidencia la vulnerabilidad de las redes sociales.

Desde finales de 2023, circulaba en redes sociales un audio supuestamente de Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras, en el que decía que se había enamorado nuevamente y que, una vez fuera de prisión, intentaría ser mandatario.

El audio, tipificado como un deepfake, una pieza fabricada con IA, hubiese pasado desapercibido si la supuesta voz de JOH, conocido así en Honduras, no fuera similar.

Pero lo sorprendente es que la voz que suplanta a la de JOH, era casi identica a la de él, pese a algunos detalles que se infiltran en los usuarios.

Desmentido, por EL HERALDO a través de herramientas de detección de IA, lo preocupante es que la cuenta difusora sigue activa generando desinformación.

Y sin regulaciones adecuadas, la IA, por otro lado, se presta para ser utilizada para recopilar y analizar datos personales sin el consentimiento adecuado, lo que plantea serias preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de la información.

Además, la falta de campañas de alfabetización digital en Honduras agrava los problemas asociados con el uso de la IA.

La alfabetización digital es fundamental para capacitar a los ciudadanos con habilidades críticas para evaluar la información, proteger su privacidad en línea y comprender los riesgos y beneficios de la tecnología.

Sin embargo, en Honduras, donde la alfabetización digital es baja y el acceso a la tecnología es limitado en algunas áreas, muchos ciudadanos pueden ser vulnerables a la manipulación, el fraude y la desinformación en un entorno digital impulsado por la IA.

Esteban Ponce de León, analista del Laboratorio Forense Digital, del Atlantic Council, consideró que lo más negativo de la IA es la “conciencia artificial”, un sistema “capaz de comprender contextos más complejos”, a la vez que avanza hacia capacidades de “imitar procesos conscientes”.

“Estamos en un momento de evolución de este tipo de tecnologías, Cuando internet empezó se nos hizo muy difícil pensar el reto que nos iba plantear. Pensamos también que las redes sociales iban a ser una forma de conectarnos, pero luego hemos caído en la cuenta de la fuerte carga de desinformación”, opinó en el último día de la Tercera Cumbre Global sobre Desinformación, organizada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

“La inteligencia artificial evolucionará tanto que será difícil de desmentir”, reflexionó al equipo de verificación de EL HERALDO, Olivia Sohr, de Chequeado, un medio de Argentina.

Otro aspecto negativo de la IA en Honduras es su impacto potencial en el empleo y la fuerza laboral. Si bien la IA tiene el potencial de aumentar la productividad y crear nuevos empleos en sectores emergentes, también podría resultar en la automatización de trabajos tradicionales y la pérdida de empleos en ciertas industrias.

Esto podría exacerbar la ya alta tasa de desempleo y subempleo en el país, lo que podría tener consecuencias graves para la estabilidad económica y social.

Además, la carencia de regulación y alfabetización digital podría dar lugar a la propagación de sesgos algorítmicos y discriminación en Honduras.

Los algoritmos de IA pueden ser sesgados debido a datos manipulados o a la programación subyacente, lo que podría resultar en decisiones discriminatorias o injustas en áreas como el empleo, la vivienda y la atención médica.

Sin la capacidad de comprender y cuestionar los resultados generados por la IA, los ciudadanos hondureños podrían enfrentar injusticias sistemáticas y discriminación basada en algoritmos opacos y sesgados.

El mal uso de la IA, o la consecuencia de los deepfakes, se agravan más para Honduras, que en 2025 celebrará las elecciones primarias y generales, un hecho que se presta para el robustecimiento de este tipo de desinformación.

Para el Foro Económico Mundial, la información falsa y engañosa potenciada por inteligencia artificial de última tecnología, que amenaza con erosionar la democracia y polarizar la sociedad, es el mayor riesgo inmediato para la economía global.

Como en otras partes del mundo, la IA está ganando terreno en diversos sectores de Honduras. En el informativo, por ejemplo, los medios de comunicación están adoptando tecnologías de IA para mejorar la eficiencia operativa y optimizar procesos: notas periodísticas y videos.

En EL HERALDO, por ejemplo, tenemos avatares con IA basados en dos periodistas: Laura y Sofía. Ellas, diariamente, informan sobre lo más relevante de la dinámica diaria del país.

“El proceso es interesante y hasta divertido, pues los periodistas que ponemos a disposición nuestra imagen para los avatares grabamos videos en tiempo real y luego esperamos a que la IA haga su magia y replique nuestra imagen”, detalló Laura Cáceres, periodista de EL HERALDO.

“Todavía hay detalles por pulir, pero es más que funcional”, agregó.

El equipo de verificación de EL HERALDO muestra a la versión digital de Laura:

En la industria, la IA está ayudando a las empresas hondureñas a competir en un mercado global cada vez más exigente y dinámico a través de la logística y el marketing.

Además, la IA está empezando a transformar la forma en que interactuamos con la tecnología en nuestra vida diaria.

Los chatbots, impulsados por la IA están brindando asistencia y soporte en línea, los algoritmos de recomendación están personalizando nuestras experiencias en plataformas digitales, y los asistentes virtuales están facilitando nuestras tareas cotidianas.

En Honduras, la adopción de estas tecnologías está creciendo rápidamente, lo que refleja una mayor aceptación y confianza en la IA como parte integral de nuestra vida digital.

Más allá de lo positivo y negativo, la inteligencia artificial puede desempeñar un papel crucial en la lucha contra la desinformación. Con el uso de algoritmos sofisticados y técnicas de machine learning (aprendizaje automático), la IA puede identificar y filtrar un contenido falso de manera más eficiente y precisa.

También existen otras herramientas, que van desde la detección de imágenes, hasta audios y videos generados con IA, es decir, un deepfake.

“Será tan difícil desmentir estos contenidos que recurriremos a verificar los contextos”, advirtió Olivia Sorh, de Chequeado.

Y las cifras sobre los deepfakes son alarmantes: la empresa Sentinel, que se dedica a defender las democracias contra la guerra de desinformación, identificó desde 2019 un crecimiento del 900%, cuando se pasó de unos 14,500 a 145,000 contenidos de ese tipo.

La mayoría fueron compartidos en redes sociales y tuvieron cerca de 6,000 millones de visualizaciones, registró la empresa.

En conclusión, la falta de regulación y campañas de alfabetización digital en Honduras presenta desafíos significativos en términos de mitigar los aspectos negativos de la inteligencia artificial.

Es fundamental que el gobierno, las empresas y la sociedad civil trabajen juntos para establecer marcos legales claros, promover la alfabetización digital y garantizar que la IA se utilice de manera ética y responsable en el país.

Solo mediante un enfoque integral y colaborativo se podrán aprovechar los beneficios de la IA mientras se mitigan sus riesgos y desafíos en Honduras, estiman los expertos.