Plantaciones, laboratorios y narcorutas de coca en Honduras

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Nueve millones de plantas de coca fueron destruidas desde 2014 hasta 2023 en Honduras. Es una realidad, el país ya no sirve solo como ruta para el traslado de cocaína, sino como un productor de pasta de coca, componente principal para la elaboración de este tipo de droga.

Ya es normal que los narcolaboratorios se instalen en zonas inhóspitas, atestadas de productos químicos para conformar la pasta de coca; o encontrar áreas clandestinas de aterrizaje para narcoavionetas que ingresan y sacan productos.

Además, los informes revelan que las agencias que luchan contra estos delitos han identificado rutas para el traslado de cocaína desde Venezuela, Perú o Colombia, con escala en Honduras y destino a Estados Unidos.

EL HERALDO muestra -a partir de informes- cuáles han sido las nuevas rutas de tráfico de cocaína descubiertas en las que tiene que ver Honduras, también sobre la cantidad de sembradíos de plantas de coca, narco laboratorios, pistas de aterrizajes y decomisos reportados en el país.

El principal ingrediente para producir clorhidrato de cocaína o cocaína en polvo es la pasta de coca que se saca de la hoja de la planta del mismo nombre al mezclarla con alcaloides o químicos.

En Honduras se produce esta pasta y para lograrlo es necesario cosechar millas de arbustos de plantas de coca que son sembrados en dos zonas principales: Iriona y Tocoa, en el departamento de Colón.

EL HERALDO tuvo acceso a reportes de las Fuerzas Armadas que dicen que 2017, cuando se encontraron 10,000 plantas de coca, los ensayos para el procesamiento de planta de coca en Honduras marcaron un precedente, pero la actividad se incrementó tres años después, cuando fueron más de 424 mil las plantas destruidas.

La primera plantación a gran escala, encontrada en Iriona, Colón, se descubrió en 2020, bajo el mandato del expresidente Juan Orlando Hernández, según documentos que la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus obtuvo de las Fuerzas Armadas de Honduras (FF AA).

Ese mismo año se descubrió al menos 13 plantaciones más que fueron destruidas, siempre en el departamento de Colón, situación que levantó las alarmas sobre la decisión de los carteles de la droga al comenzar con pruebas piloto en Honduras para sembrar coca.

En 2021, la cantidad de plantaciones destruidas pasó a 531 mil y para 2022 se registró el decomiso anual más grande en la historia de Honduras con la destrucción de 6.5 millones de arbustos de hojas de coca. En 2023 la cifra de plantas de coca destruidas fue superior a 1.3 millones.

Además, el documento de las Fuerzas Armadas dice que en 2014 encontraron 620.98 kilos de pasta de coca, mientras que en 2016 fueron 76. En 2018 fueron dos kilos, pero no hubo más reportes hasta 2023 cuando decomisaron 12 kilos.

La hoja de coca es el principal ingrediente para producir la pasta, pero no es posible sin la mezcla con alcaloides y para eso es necesario realizar un proceso químico de extracción en un narco laboratorio.

Es por eso que a partir del descubrimiento de millones de arbustos de coca en zonas inhóspitas de algunos departamentos de Honduras se comenzó a encontrar también pequeños laboratorios.

Al igual que en las series o películas dedicadas al mundo del narcotráfico, los laboratorios se encuentran en zonas muy cercanas a los sembradíos, en condiciones rudimentarias para los empleados que se encargan bajo asesoría o entrenamiento a realizar las mezclas.

Según informes de las Fuerzas Armadas de Honduras, entre 2014 y 2023 fueron destruidos 64 narcolaboratorios, algunos con precursores químicos para la elaboración de pasta de coca.

En los laboratorios de drogas se encontraron campesinos, chalanes o capataces, pero ninguna de las personas está incluida como narcos reconocidos o miembros de algún cartel en específico.

Honduras por décadas ha sido una de las rutas predilectas para el traslado de cocaína desde Sudamérica, siendo el principal lugar de envío Colombia y el país receptor, Estados Unidos.

Para llevar a cabo estos traslados, los carteles de narcotráfico han creado diferentes rutas aéreas, terrestres y marítimas que con el pasar de los años han comenzado a ser descubiertas, con la certeza que por cada una de ellas, otra más es aperturada.

En el informe anual de Narcotráfico Marítimo de la Armada de Colombia se detalla las últimas rutas descubiertas desde 2020 por autoridades hondureñas, colombianas o estadounidenses.

La primera va desde el Golfo de Morosquillo en Colombia, pasando por Boca del Toro en Panamá y posteriormente en Limón, Costa Rica para terminar en Patuca, Honduras.

Durante ese recorrido las pausas estratégicas son en Panamá y Costa Rica y están destinadas para descansos de 24 a 48 horas en los que los tripulantes de las lanchas cargan combustible y alimentos.

Otra de las rutas plenamente identificada es en la que las lanchas rápidas o “go fast” salen desde el Golfo de Urabá, Colombia, pasa por el archipiélago de San Andrés o Providencia, donde según la información de las autoridades colombianas, se ponen en contacto con narcotraficantes hondureños para mover la cocaína a Patuca o Punta Piedra en el departamento de Colón.

Pero la cocaína no solo va a parar al departamento de Colón, también desde el archipiélago de San Andrés o Providencia en Colombia salen lanchas rápidas que tiene por destino la paradisiaca isla de Roatán.

Otro país desde donde también sale cocaína con destino a Honduras para ser llevada posteriormente a Estados Unidos es Venezuela, esta ruta siempre en embarcaciones de pesca industrial desde el Golfo de Venezuela, con una parada en el Banco Rosalinda en el Caribe para continuar y terminar la descarga en Guanaja en Islas de la Bahía, Honduras.

Por último, se mencionan las rutas aéreas que salen desde el Golfo de Venezuela o el Golfo de Morosquillo en Colombia hasta la comunidad de Brus Laguna en el departamento de Gracias a Dios.

Autoridades de Colombia identificaron que está última ruta intensificó la cantidad de aeronaves a partir del año 2020.