Sobrevalorada compra de aires acondicionados en la Unag de Catacamas, Olancho

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Angélica María Meléndez Molina, gerente administrativo y financiero de la Universidad Nacional de Agricultura (Unag), ubicada en Catacamas, Olancho, autorizó -el año pasado- la compra de cien aires acondicionados por un costo de 6.2 millones de lempiras, a pesar de que los precios presentaban una sobrevaloración del 100%.

Ante tal hecho, el rector de esta universidad, Wilmer Reyes, dijo no conocer actos de corrupción en su administración; en el caso de los aires acondicionados argumentó que esos procesos de compra pasan por varias manos y él los ve al final.

Un total de 80 climatizadores por un valor de cinco millones de lempiras fueron adquiridos a la empresa Termo Clima S. de R.L., que en sus facturas presenta dos direcciones en Tegucigalpa, pero en ninguna de ellas tiene oficina o tienda para demostrar sus productos.

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De esta compra, 54 aparatos se instalaron en la Unag de Catacamas, donde algunos no funcionaban porque su voltaje es superior a la capacidad de energía y otros por fallas en sus piezas.

En tanto, otros 26 aires acondicionados se colocaron en el centro regional de Comayagua, donde sus autoridades, a pesar de que saben que están sobrevalorados, no quisieron referirse al tema por miedo a represalias.

De igual manera, otros 20 aparatos adquiridos a la distribuidora Speed S. de R.L, se instalaron en la regional de Tomalá, Lempira.

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Sobrevaloración

El despilfarro del dinero es evidente cuando se comparan los precios con que compró la universidad y los que ofrecen empresas que venden climatizadores en esta capital. EL HERALDO cotizó estos aparatos marca Comfortstar con las mismas especificaciones de los adquiridos por la Unag y encontró que un aire acondicionado con una capacidad de enfriamiento de 12,000 btu tiene un precio normal de 9,953 lempiras y en oferta está a 8,958 lempiras incluido el 15% del Impuesto Sobre Venta (ISV), pero para la regional de Comayagua la universidad se los compró a Termo Clima a un precio de 19,815 lempiras más ISV: el costo fue 22,787.25 lempiras. Para sus oficinas en Catacamas pagó 19,285 lempiras por unos y por otros 25,012.50 lempiras ya con el ISV.

Los aires con una capacidad de 18,000 btu cuestan 14,541 lempiras y en oferta están a 13,087 lempiras con el impuesto incluido, mientras que la Unag se los compró a la misma empresa Termo Clima a 26,850 lempiras y con el ISV el preció subió a 30,877.50 lempiras.

Un climatizador de 24,000 btu normalmente tiene un precio de 19,806 lempiras y en oferta están a 17,825 con el ISV incluido, no obstante, la Unag los compró para la regional de Comayagua a 25,882 lempiras más el 15% del ISV el precio subió a 29,764.30 lempiras.

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En tanto, los aparatos que adquirió para sus oficinas en Catacamas el precio fue de 29,100 lempiras y sumado el ISV el costo real ascendió a 33,465 lempiras. Lo mismo sucedió con los aires acondicionados de 36,000 btu, comprados a un precio de 56,900 lempiras más el ISV el costo fue de 65,435, cuando en el mercado estos aparatos están a 28,078 lempiras y en oferta a 25,270 lempiras.

De los aires acondicionados de 60,000 btu que se cotizan en 46,630 lempiras y en oferta están a 41,967 lempiras ya con el ISV, la universidad compró nueve para la regional de Comayagua a un costo unitario de 68,803 lempiras, sumando el ISV salió a un precio de 79,123.45 lempiras; al mismo tiempo adquirió otros 27 para la sede central en Catacamas a 82,500 lempiras más el 15% del ISV, o sea que por cada aparato se pagó 94,875 lempiras.

En suma, solo por los 16 aires acondicionados de 12,000 btu, uno de 24,000 btu y nueve de 60,000 ptu que se instalaron en la regional del Comayagua, la Unag le canceló a Termo Clima 1,106,471.35 lempiras. Asimismo, por 27 aires acondicionados de 60,000 ptu más otros 27 de menor capacidad de enfriamiento, que se colocaron en las oficinas de Catacamas, le pagó otros cuatro millones de lempiras. En total esta empresa por 80 aires acondicionados recibió 5.1 millones de lempiras.

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Aunque el proveedor haya instalado los aparatos, estos están extremadamente caros, dijo uno de los vendedores donde se realizó la cotización.

Además, la universidad no debió pagar por la instalación pues en Catacamas hay un equipo de cinco personas dedicadas a la instalación y mantenimiento de los aires acondicionados.

Pero la sobrevaloración no termina aquí, pues Angélica María Meléndez autorizó la compra de otros 20 aires acondicionados para la regional de Tomalá. En este caso el proveedor fue la distribuidora Speed, a la cual le compraron cinco aires acondicionados de 12,000 btu a un costo unitario de 17,220 más el Impuesto Sobre Venta el precio fue de 19,803 lempiras, valor que sobrepasa los cotizados por EL HERALDO.

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También le compraron 12 aires acondicionados de 48,000 btu a un costo unitario de 68,880 lempiras y con el ISV el precio subió a 79,212 lempiras. Este mismo aparato con la misma capacidad EL HERALDO lo cotizó a 38,106 lempiras y en oferta a 34,295 lempiras, incluido el ISV.

Igualmente, la Unag adquirió dos aparatos de 36,000 btu a un precio unitario de 51,660 lempiras, sumando el ISV el costo real fue de 59,409 lempiras. También compró un aire de 24,000 btu a un precio de 34,440 lempiras, con el ISV salió a 39,606 lempiras.

EL HERALDO llamó vía teléfono a Angélica Meléndez para conocer su versión, pero no contestó.

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Conocimiento

El alto nivel de corrupción en la Unag es conocido por el rector y la gerente administrativa, quienes en vez de proteger a quienes se oponen al despilfarro más bien los persiguen, los amedrentan y los hacen pedir disculpas como sucedió con el caso del jefe de Preinterventoría Junior Marcelo Chinchilla Aguilar.

El 4 de abril de 2022, mediante nota UPI-UNAG-001-2022, Chinchilla y el subgerente de Preinterventoría Nolvin Guzmán Escalante Espino, le comunicaron a Meléndez, gerente administrativo financiero de la universidad, que “en pláticas sostenidas con su persona el año pasado se hizo mención de la forma en que el departamento de proveeduría está manejando los procesos de adquisición de bienes y servicios para satisfacer las necesidades de la institución, en reuniones de jefes incluso se habló de que este año se iba a mejorar para evitar seguir cometiendo los mismos errores; sin embargo, en lo que va del presente año la situación se ha agudizado, por ejemplo, los procesos por cotización están totalmente amañados, se han evidenciado casos concretos, así como la sobrevaloración de muchos productos, no hemos visto voluntad por parte de su persona en erradicar dichas prácticas y no es potestad de esta unidad hacerlo”.

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Chinchilla expresó que se abstendría de avalar los procesos de compra de proveeduría hasta que se le dé solución a las irregularidades. Ese mismo día Meléndez, mediante nota GAF-UNAG-049-2022, le pidió a Chinchilla que presente pruebas de los procesos amañados y que además ella “en ningún momento ha instruido al Departamento de Preinterventoría en avalar ningún proceso que esté fuera de la ley, si ese departamento ha dado trámite a procesos fuera de ley, es responsabilidad propia de esa dependencia” y convocó a una reunión para el siguiente día.

Según fuentes muy cercanas a la Rectoría, la actitud de Chinchilla cuidando los intereses de la Unag fue tomada como una irreverencia y desató la ira de rector y de Meléndez, humillándolo y obligándolo a pedir disculpas en una reunión en la que había varias autoridades universitarias, además se le bajó de categoría y se le mandó como encargado de compras menores.

Quienes conocen la corrupción en la Unag, aseguran que esta institución es víctima de mafias que salen y entran, y señalan con nombre y apellido al personal que se ha enriquecido y los que actualmente se enriquecen con las compras directas y las licitaciones -frente a los ojos de una inoperante auditoría interna- y que gracias a ello llevan una vida ostentosa.

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