Un 17% aumentarían anualmente deportaciones de catrachos con llegada de Trump

TEGUCIGALPA.- En un 17 por ciento aumentarían anualmente las deportaciones de hondureños desde Estados Unidos con la llegada del presidente Donald Trump.

El gobierno de Honduras mantiene constantes reuniones con funcionarios estadounidenses para activar un plan que permita recibir a los connacionales deportados de la mejor manera posible.

EL HERALDO conversó con funcionarios en Honduras y Estados Unidos para conocer cómo marcha el tema de las deportaciones de hondureños, cifras, planes y expectativas al respecto.

Aunque la promesa del recién electo presidente Donald Trump es realizar deportaciones masivas de migrantes a sus países de origen en una especie de cacería, la realidad es diferente.

Procesos migratorios, logística, planificación y negociaciones entre gobiernos dificultan que las deportaciones masivas sean tan drásticas. Si bien habrá incrementos, no serán de la magnitud que muchos esperan.

Guadalupe Sandoval, directora general de Protección al Hondureño Migrante, explicó a EL HERALDO que el aumento mensual máximo de connacionales deportados que se espera con la llegada del presidente Trump es de 300 personas. “Es el panorama que tenemos hasta ahora”, afirmó.

Sandoval detalló que “hemos mantenido constantes reuniones con funcionarios del gobierno de Estados Unidos para conocer a detalle las cifras. Las proyecciones que manejamos han sido planificadas entre ambos países”.

La directora argumentó que, si bien es cierto que la promesa de campaña de Trump se enfocaba en deportaciones masivas, “no significa que cada día van a venir mil personas; hay procesos, leyes y protocolos”.

Estimó que, según cifras manejadas por la embajada de Estados Unidos en Honduras, el aumento máximo sería de 150 personas quincenalmente, lo que promedia 300 deportados adicionales al mes. “Todo se esclarecerá al finalizar el primer trimestre de la gestión presidencial”, indicó.

Sandoval explicó que el avión utilizado para trasladar a los hondureños deportados desde Estados Unidos tiene una capacidad máxima de 150 personas y realiza cuatro vuelos quincenales. Posiblemente, se ampliaría a un vuelo adicional para responder a la demanda.

La funcionaria recordó que, en el pasado, durante el gobierno de Barack Obama, Donald Trump ya mostró precedentes en materia de deportación de hondureños: “No fue lo que se esperaba; incluso hubo más deportaciones durante el gobierno de Obama”.

Por su parte, el Instituto Nacional de Migración (INM) informó que en 2023 se registraron 20,765 deportaciones de hondureños desde Estados Unidos. Al cruzar esta cifra con el aumento proyectado de 3,600 personas, se calcula un incremento anual del 17 por ciento.

El posible aumento en las deportaciones ya ha generado reacciones a nivel gubernamental, y se han desarrollado planes para atender a los connacionales.

Sandoval señaló que Honduras cuenta con tres Centros de Atención al Migrante Retornado (CAMR) activos para recibir a los deportados, con una capacidad conjunta para atender a 400 personas al día. “Actualmente, llegan 150 personas por vuelo, y son dos vuelos a la semana, por lo que estamos bien preparados”, afirmó.

“En espacio físico los centros no se pueden ampliar, pero en atención, celeridad, movilización si, por lo que entre los tres centros hay capacidad para recibir a 400 personas al día, actualmente llegan 150 por cada vuelo y son dos vuelos a la semana por lo que estamos bien”.

La funcionaria explicó que el proceso de recepción incluye la entrega de un kit sanitario, alimentación, atención médica y psicológica (si es necesario), opciones laborales y traslado al punto de transporte más cercano a sus comunidades.

“Tenemos una ampliación en los fondos. Antes eran cinco, ahora son 10 millones de dólares. Además del kit sanitario, alimentación y transporte, también se busca ofrecer oportunidades laborales”, agregó.

Sandoval destacó que trabajan junto con la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), el Servicio Nacional de Emprendedores en Honduras (SENPRENDE) y la Secretaría del Trabajo para apoyar a los migrantes con empleo o capital semilla, según sus necesidades.

La directora subrayó que las deportaciones también están ligadas al comportamiento de los hondureños en Estados Unidos: “Delitos o faltas cometidas por los connacionales los acercan más a una deportación, aunque primero deben seguir el proceso legal en ese país”.

“Podemos garantizar que mantenemos reuniones permanentes con funcionarios estadounidenses, realizamos visitas de alto nivel en Estados Unidos y llevamos a cabo una planificación basada en cifras oficiales. Estamos trabajando”, concluyó.

EL HERALDO también conversó con Doris Cáceres, cónsul de Honduras en McAllen, Texas, un punto fronterizo clave para los hondureños que ingresan a Estados Unidos.

Cáceres explicó que actualmente la cifra de hondureños que solicitan asilo ha disminuido, pero permanecen atentos a posibles cambios con la llegada de Donald Trump al poder.

“Las cifras más recientes de la Patrulla Fronteriza muestran que, del 1 al 7 de diciembre, ingresaron 293 hondureños; la segunda semana, 491; y la tercera, 602, sumando un total de 1,386 en el mes. Esta cifra podría aumentar el próximo año”, indicó.

La cónsul coincidió con Sandoval en que las deportaciones masivas enfrentan múltiples desafíos, por lo que un incremento drástico no sería inmediato.

“Nos hemos reunido con cónsules de otros países en McAllen, y llegamos a la conclusión de que, aunque existen intenciones de deportaciones masivas, estas no se llevarían a cabo de manera abrupta”, señaló.

Finalmente, Cáceres aseguró que el consulado en McAllen mantiene atención diaria a los hondureños que ingresan, garantizando que se respeten los procedimientos legales y que reciban el acompañamiento del gobierno.