De acuerdo a medios internacionales, como el prometido de Ayako no pertenece a una familia real, la princesa perdió su título nobiliario al casarse.
La joven de 28 años se casó en el santuario Meiji de la capital de Japón, donde su prometido de 32 años la esperaba en el altar.
Como vestido de novia la princesa eligió un atuendo tradicional japonés de corte imperial. A la ceremonia asistieron al menos 30 personas que fueron testigos de este amor de telenovela.
Al finalizar la ceremonia, el novio expresó que hará todo lo posible por apoyar a su esposa en el proceso de adaptación a su nueva vida como plebeya.