NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- La actriz Drew Barrymore se fija una meta muy alta al sumarse el lunes al mundo de los anfitriones de programas de tertulia.
La actriz quiere emular a David Letterman y Howard Stern como entrevistadores.
Ambos se convirtieron en astros de los medios de comunicación estadounidenses haciendo uso del humor: irónico en el caso de Letterman, crudo en el caso de Stern. Pero cada uno, al alargarse sus carreras, se volvió particularmente hábil al obligar a los invitados a bajar la guardia e ir más allá del consabido “¿qué has hecho últimamente?”.
Ambos se convirtieron en astros de los medios de comunicación estadounidenses haciendo uso del humor: irónico en el caso de Letterman, crudo en el caso de Stern. Pero cada uno, al alargarse sus carreras, se volvió particularmente hábil al obligar a los invitados a bajar la guardia e ir más allá del consabido “¿qué has hecho últimamente?”.
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“Todos somos seres humanos en este planeta pasando por nuestras vidas y nuestras trayectorias y hay una manera de conectarse a través de eso”, dijo Barrymore. “No tenemos que hurgar. No busco lastimar a nadie. Pero al mismo tiempo, me gusta meterme bajo las capas. No puedo soportar la superficie. Nunca he vivido en ese espacio”.
“The Drew Barrymore Show”, readaptado para la era del coronavirus, es distribuido por CBS Television. Se transmitirá en vivo a las 9 de la mañana en ciudades como Nueva York, Boston, Filadelfia y Miami, y a las 2 de la tarde en Chicago, Dallas y San Francisco, entre otras.
Varias personalidades audaces ayudarán a la actriz de 45 años a pasar su primera semana crucial: Reese Witherspoon, Jane Fonda, Charlize Theron, Tyra Banks y, solamente en el primer episodio, sus excompañeros de reparto Cameron Diaz, Lucy Liu y Adam Sandler.
Letterman y Stern desarrollaron sus talentos a lo largo de años de arduo trabajo. Para Barrymore, la esperanza es que ese agrado y familiaridad del público con la estrella a la que vieron crecer desde los 7 años en “E.T.” le dé la oportunidad de aprender en el camino.
Bill Carroll, un veterano consultor televisivo y experto en el mercado sindicado, dijo que le impresiona que Barrymore apunte tan alto.
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“Es bueno tomar como modelo a un entrevistador poco convencional”, dijo. “Estos dos hombres alcanzaron la excelencia siendo poco convencionales en el modo de abordar las cosas”.
El reciente éxito de Kelly Clarkson les ha dado esperanza a otros que tratan de meterse en el competitivo mundo de los “talk shows” sindicados, dijo.
La promoción de CBS del programa de Barrymore rememora su aparición con Johnny Carson cuando era una niña en los 80, un recordatorio para los televidentes de que la conocen. Sí, algunos considerarán a Barrymore algo chiflada y hippie (“todos somos seres humanos en este planeta”), pero es más adorable que irritante.
La hija del actor John Barrymore pasó por rehabilitación de drogas a una edad a la que la mayoría se preocupa por usar frenillos, además de tres divorcios y la maternidad, todo esto bajo la luz pública. Protagonizó películas como “The Wedding Singer” ('La mejor de mis bodas') y “50 First Dates” (' Como si fuera la primera vez'), ambas con Sandler, interpretando personajes de gran corazón difíciles de no querer.
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Tuvo momentos memorables como invitada a los talk shows, como en 1995 cuando bailó sobre la mesa y se subió rápidamente la camisa frente a Letterman, su amor secreto.
“Toda la gente de mi edad ha crecido con ella”, dijo Elaine Bauer Brooks, jefa de desarrollo para CBS Television. “Ella vive su vida frente a todos nosotros. Ha tenido sus errores y victorias y los ha asumido todos en el camino. Transmite cierta sensación de calidez y una sensación de querer verla triunfar”.
Barrymore, quien recientemente produjo y protagonizó la serie de Netflix “Santa Clarita Diet”, dijo que era el momento apropiado para probar ser anfitriona de un talk show. Tendrá un horario más adecuado para una madre soltera de dos hijas que la mayoría de los trabajos en el mundo del espectáculo.
Su programa se transmitirá desde Nueva York, donde vive ahora. Se emitirá en vivo por las mañanas para abordar los sucesos del mundo, pero sólo hasta cierto punto. Barrymore se concentrará en segmentos con celebridades, de autoayuda y comedia y le dejará la política a otros.
“Para mí la poIítica provoca mucha hostilidad hacia un lado u otro, según quién sea el espectador”, dijo, “y no quiero que la gente se sienta rechazada o juzgada”.
Los realizadores de “The Drew Barrymore Show” tuvieron que adaptarse a los tiempos del COVID-19. No habrá público en el estudio, aunque tratarán de conectarse con una audiencia en casa vía electrónica. Por medio de la tecnología, Barrymore podrá entrevistar a un invitado que parecerá estar sentado en un sillón cómodo frente a ella, aun cuando esté al otro lado del país.
Barrymore se describió a sí misma como una invitada de talk show “malcriada” a lo largo de los años por evitar la entrevista previa al show, donde los invitados discuten por adelantado las historias supuestamente espontáneas que más tarde aparecen en televisión.
Barrymore valora la espontaneidad real — “me gusta ir con los ojos vendados y jugar porque la vida es demasiado corta como para no hacerlo” — pero ahora estará del otro lado. Y sí, su personal conducirá entrevistas previas con los invitados. Es útil saber hasta dónde alguien está dispuesto a ir al abordar ciertos temas, dijo.
“Sé lo crudo y vulnerable que se siente”, dijo. “No quiero hacer que la gente se sienta de ese modo, pero quiero que nos hable de cosas. Yo no soy tímida. No he tenido el lujo de ser tímida en mi vida'.