Hace varios meses, Gil tomó la decisión de emprender y fundó su restaurante 'La Placita' en donde sirve comida tradicional puertorriqueña y además vende camisetas y objetos alusivos a su país.
Sin embargo, la alcaldía de la ciudad parece no estar totalmente de acuerdo con la temática del lugar, pues desde el año pasado solicitó al actor borrar la bandera de Puerto Rico de la fachada, presuntamente porque considera una violación al código de la ciudad que protege los edificios históricos.
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'Lucharé contra viento y marea para defender esta obra de arte en La Placita, que es parte de nuestra cultura puertorriqueña.
Como puertorriqueño y latino hemos sido víctimas de un ataque sin escrúpulos de intereses racistas en contra de nuestra comunidad', denunció Gil en sus redes sociales.
De inmediato, sus seguidores y algunos vecinos comenzaron a recolectar firmas para apoyar a Julián en su postura de mantener vivas sus raíces en el restaurante y el actor aseguró que sus abogados trabajan en apelar la decisión.
Por su parte, las autoridades amenazan con cobrar una multa diaria de 250 dólares si él no retira la colorida pintura.
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