Según han revelado varios medios británicos, la monarca estaría consultando con expertos sobre el tema de difamación y privacidad, luego de la entrevista de los duques de Sussex con Oprah Winfrey y por el próximo libro de memorias que sacará Harry.
Un informante dijo al periódico The Sun: 'La sensación, que viene desde arriba, es que ya es suficiente. Hay un límite en la cantidad que se aceptará y la Reina y la familia real solo pueden ser presionadas hasta cierto punto. Están consiguiendo abogados. Harry y Meghan sabrán que no se tolerarán ataques repetidos'.
Se dijo que también la monarca está considerando enviar advertencias legales a Penguin Random House, editorial que publicará el libro del hijo de Diana: 'Si alguien fue nombrado en el libro y acusado de algo directamente, eso podría ser una difamación'.
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Además, la fuente reveló que 'existe la preocupación de que el público estadounidense se esté enamorando de lo que dicen Harry y Meghan'.
Las tensiones en la familia Real se agravaron luego que Meghan revelará que habían sido racistas con ella y que al quedar embarazada de su primer hijo, Archie, una de las preocupaciones era de qué color sería.
Esto llevó a la reina a decir que era 'preocupante' el tema racial y que ellos se ocuparían de eso de forma privada.
Ni harry ni Meghan revelaron quién fue el miembro de la familia que habría hecho el comentario sobre el bebé, pero sí dejaron claro que no fue su majestad ni su esposo el príncipe Felipe.