La comunidad garífuna radicada en Estados Unidos condenó la separación de Miss Universo Honduras, Sirey Morán, y negó que la reina de belleza participara sin autorización de los organizadores en un evento.
La organización Limón-Feria Deportiva New Orleans Inc., presidida por Orlin Martínez, envió a la opinión pública un comunicado a raíz de las declaraciones emitidas por el director de la empresa de producciones Carimaxx y propietario de los derechos del certamen, Carlos Rivera.
Rivera acusó a la hondureña, oriunda de El Progreso, de participar en eventos sin el consentimiento de los directores del concurso de belleza.
En ese sentido, la organización asevera en el escrito que Morán participó en un evento de carácter social y sin fines de lucro, además que no hubo ninguna transacción moneteria.
Representantes legales del grupo revelaron a EL HERALDO que la iniciativa de recaudación fue idea de la reina de belleza con el objetivo de entregar víveres en tres hospitales del país.
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'Como hondureño y garífuna me siento difamado y discriminado por parte del director de Carimaxx, el sr. Carlos Rivera', fustigó Martínez.
De igual manera condenaron la agresión física, psicológica, verbal y moral de la que fue víctima Morán y de cualquier mujer en el mundo.
Es de conocimiento público las raíces garífunas de Morán y la actitud solidaria que ha proyectado con su pueblo, sobretodo desde su reinado nacional, según comentarios de esta etnia.
Por otro lado se aclara que el evento realizado en New Orleans fue de carácter social y que no hubo ningún tipo de negociación monetaria entre la organización que rectora Martínez y la representante hondureña.
En ese sentido, la restitución inmediata del título de Miss Honduras Universo a Morán forma parte de los puntos del comunicado, ya que explican que ella incluso participó en la actividad a título personal.
Como prueba, a EL HERALDO le facilitaron unas fotografías donde se muestra a la joven de 26 años sin la banda y la corona en ese momento, una de las prohibiciones impuestas.
La joven de origen progreseño afirma haber sido atacada por el representante de Carimaxx, tras haber participado de una actividad que aglomera a la comunidad garífuna en Estados Unidos.