TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Debido al aumento del alquiler del local para el 2023, el Grupo Teatral Bambú (GTB) se ve obligado a cerrar operaciones de su Sala de Teatro Bambú Centro Cultural (BCC)” fue el mensaje que lo cambió todo.
Este lunes, la comunidad artística fue sorprendida por la noticia de que la segunda sede de la agrupación, que albergó un sinfín de espectáculos semanales y propuestas ininterrumpidas desde 2016, dejaría de funcionar.
Edgar Valeriano, miembro fundador y director del GTB, explica que “el país no ofrece las condiciones necesarias para el crecimiento y sostenimiento de las artes”, razón que continúa socavando este patrimonio. Aquí una entrevista que enfatiza en el devenir de la familia bambucina.
Recién lo anunciaron; tras más de seis años de haber hecho de BCC su segundo hogar, es momento de cerrar operaciones. ¿Qué sentimientos predominan en el Grupo Teatral Bambú?
Mucha tristeza. Una sala de teatro puede ser el sueño de cualquier grupo teatral, entre ellos el de nosotros los bambúes. Hoy despertamos de ese sueño a otra realidad no prevista, dejando atrás un proyecto, una ilusión, una inversión de tiempo, dinero, esfuerzos, alegrías y hermandades.
Bambú Centro Cultural (BCC) es el lugar donde descubrimos lo que es abrir y mantener una sala de espectáculos, contra todo pronóstico de sostenibilidad. El lugar donde asumimos riesgos, creamos, gestionamos y ejecutamos nuevos proyectos.
Durante seis años mantuvimos una programación semanal permanente, organizando temporadas de obras en repertorio del GTB, realizamos más de diez estrenos, se impartieron talleres de formación teatral, seis Festivales Internacionales Bambú, y promovimos e incentivamos la circulación de espectáculos de artes escénicas con agrupaciones nacionales e internacionales.
La sede Bambú es el segundo hogar de todos sus integrantes. Ahora, esa tristeza se desvanece cuando vemos a los compañeros dispuestos a asumir un nuevo reto.
El cierre de diferentes espacios culturales y artísticos es una problemática vigente en el país. ¿Cuáles son las razones que han socavado este patrimonio?
Las artes y la cultura siempre han estado relegadas por el Estado, pese a que la Constitución de la República de Honduras declara en su artículo 1, asegurar a sus habitantes el goce de “la cultura” y el bienestar económico y social; el 75, refiere al reconocimiento de la existencia de valores éticos y culturales; el 151, afirma que la función prioritaria del Estado es el derecho a la educación y la cultura; y en el art. 160 vincula a la UNAH, al asignarle la función de contribuir con la difusión general de la cultura.
Los artistas, con su voz de protesta ante una realidad injusta y desigual, no llaman la atención a una empresa privada, y la actividad que se genera en su gran mayoría procede del sector independiente. Para dedicarse al teatro hay que hacer un voto de austeridad, ya que el país no ofrece las condiciones necesarias para el crecimiento y sostenimiento de las artes. Siempre se trabaja en la aspereza, en la escasez.
Y es precisamente el amor al arte, la dedicación y el compromiso artístico lo que permite hacer brillar a los creadores hondureños, ya que la mayoría de sus proyectos nacen en el corazón. Pero a veces el esfuerzo humano no basta; por ejemplo, BCC no hubiese podido abrir sus puertas al público sin el apoyo de la Agencia Suiza para la Cooperación y el Desarrollo (Cosude).
¿Cómo visualiza el panorama referente a iniciar de lleno en otra sede e inaugurar una nueva sala? ¿Ya hay opciones?
En diciembre esperamos estar instalados por completo en un nuevo espacio, donde podamos seguir gestionando y produciendo espectáculos, y ojalá se nos presentara la oportunidad de poder abrir la sala, pero esa apertura de momento es lo más complicado, debido a los altos costos del rubro alquiler en la capital; cantidades que son arduas para alcanzar, contando con un auditorio pequeño de butacas, abriendo dos o tres veces por semana y teniendo como rubro de ingresos las taquillas.
Entonces, no podemos enfocar todos los esfuerzos en el pago de una renta, ya que lo primordial en el GTB son sus miembros, esas personas dedicadas exclusivamente al quehacer teatral. Mientras tanto, seguimos brindando todos los servicios profesionales ofertados por el GTB.
Desde 2016, Bambú Centro Cultural ha formado también a un público que los ha acompañado en un sinfín de propuestas, y que hoy recibe esta noticia. ¿Cuál ha sido la respuesta?
La respuesta del público ha sido ese oxígeno revitalizador. En hora buena sus hermosos comentarios en las redes, a nivel privado cuando nos escriben o llaman, manifestando su apoyo a Bambú.
La verdad es que ellos han sido nuestros principales aliados, protagonistas eternos de nuestro existir en las tablas. Nuestro público siempre nos ha alentado, asistiendo al teatro, recomendándonos, compartiendo nuestras publicaciones en las diferentes redes. En nombre de la familia bambucina les decimos ¡gracias!
También les pedimos que estén pendientes siempre de nuestras actividades, ahora quizás más esporádicas, pero constantes, y desde ya anunciamos oficialmente para marzo/abril la celebración del XXXIII Festival Internacional de las Artes Escénicas Bambú 2023.
Del 4 de noviembre al 20 de diciembre presentarán la “Temporada de despedida” en compañía de artistas aliados. ¿Qué simboliza esto para ustedes?
En un principio habíamos planificado presentar solamente obras de nuestro repertorio, pero tras anunciar el cierre de BCC han sido muchas las propuestas recibidas de colegas nacionales e internacionales que se quieren unir a la temporada y decir junto a nosotros “Yo también soy Bambú”. Que sean el teatro, la música, la danza, los cuentos, la magia y los títeres los encargados de vestir de colores y alegría nuestro recinto cultural.
Esas muestras de hermandad y compañerismo mostradas por los artistas nacionales y de la región no las recibimos por primera vez; al contrario, cada año se manifiestan en el Festival Bambú. Creadores dispuestos a asumir costos con nosotros, son hechos que no tienen precio. De haber contado con los fondos, hubiésemos organizado un gran festival, con muchas agrupaciones, pero estamos listos para brindar una programación a la altura del cariño de nuestro público.
Hay quienes consideran que los cambios, aunque al principio cuesten más de lo que se quisiera, deben ser siempre para mejor. ¿Concuerda con ello?
Nuestra profesión nos obliga siempre a enfrentar situaciones adversas y no deseadas. Estas siempre llegan en contra de lo trasado. Pero el GTB está preparado para asumir los cambios y para comenzar. Este es el momento indicado porque, como dicen, “en cualquier momento que se comience es el momento correcto”.
La familia bambucina está preparada para asumir nuevos retos, experiencias. Y lo más importante es que para mantener viva nuestra actividad teatral, dependemos de nosotros mismos, de nadie más y ¡estamos listos!
Agenda de noviembre
4 y 5 de nov.
Grupo Teatral Bambú: “Vístete con mi piel”.
10, 11 y 12 de nov.
La Galera Teatro (El Salvador) /Pasionaria Laboratorio Escénico (Colombia): “Después otra vez la noche”.
17 de nov.
Teatro Taller Tegucigalpa: “El loco y la muerte” / “Arlequino y Pantaleón”.
18 de nov.
Mago Alfredo y Daniel Vega: “Una noche entre magos”.
19 de nov.
Postdata “En concierto”.
25 y 26 de nov.
Grupo Teatral Bambú: “Memorias troyanas”.
El GTB ha seleccionado para su “Temporada de despedida” la pieza dramática “Vístete con mi piel”; la tragedia griega “Memorias troyanas”; las comedias “Mujeres”, “Sin novedad, padrecito” y “La tortilla sin voltear”; y el estreno del espectáculo familiar “El lobo feroz de todos los cuentos”.
Para el cierre de la “Temporada de despedida”, programado para el próximo 20 de diciembre, se anunció la presentación de “La tortilla sin voltear”, el primer montaje del GTB, con el mismo elenco con el que se inauguró BCC, un 20 de diciembre de 2016.