Colombia
Miradas y silencios, picardía y humor caracterizan a una de las nuevas caras de la escena del reguetón y la música latina del momento. José Álvaro Osorio Balvin, mejor conocido como J Balvin.
En la actualidad, el artista originario de Medellín, Colombia, recoge los frutos tras el éxito de su último álbum “Energía”. Premios Billboard, Grammy, Los 40, resaltan entre las preseas que el artista suma ya en su carrera.
En medio de tanto éxito, el artista habla de su ascenso a la fama y los alcances globales del reguetón en la actualidad.
¿Cuándo decidió dedicarse a esto y por qué?
Con 17 años más o menos, cuando entré en la universidad. Ahí decidí dedicarme de lleno a la música, al rap en un primer momento. Pero pronto entendí el color y la energía que quería dar a mi música y era totalmente reguetón. Fue una química natural, algo hizo un clic perfecto entre el reguetón y yo.
¿Qué suponen en su carrera todos los premios, el Billboard, el AMMA, el Grammy Latino?
Eso da la sensación de que valió la pena el esfuerzo. Se agradece mucho, pero que siga así. Desde que tomamos la determinación de crear el álbum “Energía”, decidimos que tenía que ser un álbum de Grammy. Si no, no haríamos nada. Y lo logramos... ¡Uf, valió la pena!
¿Qué sigue?
Mucha gente ha catalogado su música como lo menos sexista dentro del género, ¿qué opina? Yo no soy ningún salvador, solo hablo de mi realidad. Es respetable que otros tengan realidades diferentes.
¿Es respetable el machismo en el reguetón?
Es muy difícil hablar de ese tipo de temas. Cada quien es responsable de sus actos. Mientras yo aporte mi parte no hablando mal de la mujer, ni denigrarla ni sacar nada que vaya en contra de ella, yo me quedo tranquilo. Creo que depende del nivel de consciencia y ellos son totalmente inconscientes de lo que hacen. No saben ni siquiera de lo que están hablando.
Y la violencia gratuita, los tiros, las pistolas... Alardear de la violencia callejera, ¿es esto ya parte del pasado en el reguetón?
Para mí sí, yo ya ni me acordaba. La luz se siente más en la oscuridad. Además, llama la atención la apuesta en “Energía” por diferentes estilos. Incluso el trap, que empieza de forma disimulada con “Snapchat” y se hace evidente en “Veneno”.
Trap y reguetón, ¿amigos o enemigos?
¡Amigos! Ambos son compatibles. Claro que pueden trabajar juntos. Me encanta el trap, me encanta el rap, me encanta la cultura del hip-hop, me encanta el reguetón. En mi álbum lo que hay es completamente transparente con lo que soy y mis gustos musicales.
¿Hacia dónde ve que se dirige el reguetón actual?
Hacia el mundo. Cada vez es más global. Todo es de energía, de entender la energía. Eso es lo importante. ¿Qué dice? No sé, pero ahí hay energía. Yo no busco hacer reguetón para el reguetonero.
¿Para quién lo hace entonces?
Mi reguetón está enfocado para el mundo. Me llama más la atención cambiar el chip de la gente, como me acaba de pasar ahora con C. Tangana. Porque yo he escuchado rap de aquí, español, he escuchado a Violadores del Verso y me gustan, pero este es el swing del momento. Ahora lo escucho y veo que esto es el flow. Es muy importante que en cada país haya un exponente que refresque el género, porque eso le da larga vida. Si tú tienes buena música puedes estar al lado de Justin Bieber