TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Las últimas dos generaciones —casi como un apelativo a la nostalgia— han abrazado sin fisuras los dogmas de géneros tradicionales, pero con aplomo realzan a la nueva hegemonía en la música popular. Lelouch, una agrupación emergente y cuyo cimiento asegura ser el multigénero, es, quizá, el ejemplo más inequívoco.
A siete meses de haberse constituido, hoy —14 de octubre— han lanzado su álbum debut This Has Nothing to do with Lelouch (“Esto no tiene nada que ver con Lelouch”) que, según Santiago Espinal (Santii), cantante y productor de la banda, rehúye de la estética convencional. En esta charla con EL HERALDO, desde Alemania, Espinal deconstruye su obra, al tiempo que el grupo busca constituirse en la escena musical hondureña.
¿Qué hace de This Has Nothing to do with Lelouch un punto de inflexión?
Puede que por fuera solo parezca el proyecto debut de otra banda de Honduras, pero al envolverse con todo lo que presenta habrá un cambio de mentalidad. This Has Nothing to do with Lelouch es una compilación de canciones diferentes a lo que la escena musical hondureña está acostumbrada, y puede que no solo localmente. En este proyecto hemos tomado riesgos, así como caminos y decisiones que una banda común y corriente simplemente no tomaría. Así, una vez más, mostramos que no somos “otra banda”. El camino no ha sido tan fácil como podría parecer, pero sí ha valido la pena. Considero que el esfuerzo y pasión se pueden notar en cada canción y sección del proyecto; y aunque puede que nos enfrentemos con un publico difícil, estamos 100% seguros de que algún día se apreciará este álbum por lo que realmente es.
¿Cómo se debe interpretar el título?
El nombre del álbum, This Has Nothing to do with Lelouch tiene un significado bastante literal. Tomamos el riesgo de intentar sonidos nuevos, ritmos nuevos, y también decidimos experimentar bastante con el idioma español e inglés en los temas. La traducción del título al español es “Esto no tiene nada que ver con Lelouch” que, de cierta manera, es de lo que consiste el proyecto: un nuevo sonido.
¿Cómo fue la gestión de temas? ¿Acaso es un desahogo personal de cada integrante?
Una de las bellezas del proyecto es que ningún tema suena similar, cada canción está impregnada de personalidad y estilo singular. Van, por ejemplo, de trap y hip-hop (más bailables) a letras sobre amor o romance. Y sí, cada integrante encontró su propia manera de implementar sus historias y emociones en sus letras, dándole a los temas un sentido más humano, por así decirlo.
Usted habla de un “sonido único”, ¿cómo lo definiría?
Proviene de la mezcla de bastantes géneros y subgéneros musicales diferentes. Sonidos que salen de lo que se consideraría “normal”. Es difícil describirlo, porque no hay nada con qué compararlo. Me atrevo a decir que tiene el potencial de definir la escena musical en un futuro cercano. No tenemos miedo de lanzar música nunca antes escuchada, y aunque no se aprecie tanto en un comienzo, su influencia estará presente en un futuro.
Entonces, ¿no se encasilla en un género determinado?
No. Por más que intentemos encajar en un solo género, se nos hace bastante difícil. No somos solamente rap/hip hop, pero tampoco somos solamente pop o indie. En palabras simples, Lelouch es simplemente Lelouch.
“V”, el sencillo debut, y S.A.B.S, en formato de continuación, fueron un desafío al mainstream, ¿pero también un reflejo del álbum?
En cuanto al sonido sí. Estos dos proyectos se familiarizan por su experimentación. En “V”, por ejemplo, es perceptible la química entre los integrantes, al igual que en This Has Nothing to do with Lelouch. Previo al álbum también lanzamos “S.A.B.S”, compuesto por cuatro canciones para el verano. Este no seguía un tema conceptual como “V”, era más bien un proyecto para que la banda experimentara con sonidos nuevos y con una producción más pulida.
Ahora, ¿usar el nombre de un personaje de animé japonés como nombre de pila es un apelativo a las generaciones actuales, a su generación?
Al usar el nombre Lelouch le damos al público una idea de en qué consiste la banda. Nos consideramos una banda bastante joven, la mayoría de los integrantes tienen 18 años de edad. Igual que el resto de la gente de nuestra edad, tenemos nuestros propios gustos únicos, gustos como la cultura pop y animé. No nos gusta esconder nada dentro de nuestra música; no nos gusta fingir. Siempre hemos intentado hacer que la banda sea un reflejo de nosotros tal y como somos, y al usar Lelouch como nombre unimos nuestras vidas con los temas y aspectos de la banda.
¿Vivir fuera de Honduras los ha influenciado de alguna forma?
La banda solo lleva pocos meses con integrantes viviendo fuera del país. Afortunadamente, logramos conseguir todas las grabaciones del álbum antes de tener que separarnos físicamente. Y estar fuera sentimos que nos ha ayudado bastante. El aspecto creativo se ha visto mejorado después de ser expuestos a un ambiente más libre, con nuevas cosas que ver y de las de que escribir.
La producción prescinde, en su mayoría, de instrumentos cómo tal, ¿se van más al sintetizador?
El uso del sintetizador será notable en la mayoría de las canciones, con algunas excepciones utilizando instrumentos grabados en tiempo real.
¿Dónde está disponible la producción?
A partir de hoy, 14 de octubre, ya está disponible en todas las plataformas digitales. Además, tenemos planes de lanzar versiones en CD y en vinilo