Los 'Ángeles terrenales” nos cuidan de la muerte

El artista hace pública su serie pictórica con el objetivo de comunicar su visión personal sobre la experiencia de dolor, turbación y desesperanza que ahora sufre gran parte de la humanidad, dejando muy en claro que la fuerza de la tragedia no es mayor que la voluntad para enfrentarla, ni comparable al deseo de vida que tenemos.

Los “Ángeles terrenales” de Oviedo son construcciones visuales que emergen de fondos abstractos, realizados con colores manchados y esparcidos, y figuras estilizadas, algunas de las cuales el artista propone como estaciones simbólicas para señalar realidades “invisibles”, como en efecto son los conceptos de humanidad, solidaridad, prevención y creación.

Esta topografía abstracta y estilizada le permite al pintor registrar diversas historias de la “nueva cotidianidad”, contraponiendo a la extensión del drama una actitud desafiante, que sólo puede notarse por medio de la acción creadora y estoica. Estos enunciados plásticos dependen del repaso analógico que el artista ha realizado con urgencia para encarar el tiempo presente.

Las estaciones simbólicas planteadas por Oviedo nos permiten otear la existencia por medio de la realidad, haciendo que la pandemia luzca como cielos estrellados, las grandes naciones como labranzas vacías, los monumentos libertarios como fantasmas abochornados y, en medio del horror, los seres anónimos como indispensables (e incomparables) protagonistas de la humanidad.

Bien se observa que la interpretación de Oviedo no esquiva la tragedia, pero su mayor importancia radica en que ha dejado las rendijas abiertas para que las emociones más sanas de la vida se afirmen por medio de la solidaridad, la colaboración y el trabajo creador. Por lo mismo, es justo significar con estos “Ángeles terrenales” el servicio prestado por millones de “seres invisibles” que luchan por salvar vidas en todo el mundo.