“Invencible, soberbio, grandioso, de alma audaz y de cuerpo de acero; para herir al temible guerrero fue precisa la odiosa traición...”. Así dice la segunda estrofa el himno a Lempira.
Pero, habría que preguntarse si Lempira murió a traición, si reunió un ejército de 30,000 hombres e, incluso, si realmente era un cacique.
No podemos dejar totalmente de lado las dos versiones en torno a la figura de Lempira, es por ello que nos abocamos a dos historiadores: Mario Argueta y Mario Felipe Martínez.
Las versiones
La versión tradicional sale de unos escritos del cronista español Antonio de Herrera y Tordesillas, de 1626. Pero Martínez y Argueta afirman que del siglo XVII, hasta la mitad del XIX nadie escribió sobre Lempira como el cacique defensor del territorio hondureño, sino hasta que “José Milla y Vidaurre, que era un gran poeta, un gran escritor, un gran novelista, en Guatemala escribió toda esa historia de Lempira (basada en lo escrito por Herrera) y aquí la agarraron como texto histórico, por lo que esa es la versión que le enseñan a uno”, dijo Martínez.
Argueta expresó que por este poema épico los criollos y mestizos supieron de la existencia del personaje de origen lenca llamado Lempira, y Rómulo E. Durón fue de los primeros historiadores que investigó sobre él “y su fuente principal para redescubrirlo fue la Historia de las Indias escrita por el cronista español Herrera”.
La segunda versión se desprende de lo investigado por el historiador Mario Felipe Martínez en el Archivo de Indias, de Sevilla, España, quien por espacio de diez años, entre 1970 y 1980 estuvo buscando documentos sobre la historia de Honduras y Lempira, y fue ahí donde encontró la probanza de méritos del español Rodrigo Ruiz, quien hace mención de un capitán llamado Elempira, con quien peleó cuerpo a cuerpo. Todo esto el historiador lo registró en su libro “Los últimos días de Lempira”. He aquí las dos versiones contrapuestas.
Mitos y realidades sobre la historia de Lempira
En la escuela nos enseñaron que Lempira era un cacique. Martínez apuntó que esto es falso, ya que era un soldado común y corriente a quien por ser joven y fuerte los jefes ancianos “lo nombraron jefe de batallón”. Esto el historiador lo sustenta con la probanza de méritos de Rodrigo Ruiz, quien lo menciona como “indio capitán”, a lo que Martínez agregó que el español no pudo equivocarse en llamarlo de esta manera, ya que él español estuvo con Hernán Cortés en México, así como en las peleas que hubo con Cuauhtémoc y Moctezuma, luego lo mandaron con don
Pedro de Alvarado a la conquista de Guatemala y posteriormente bajar a Honduras, “estando Ruiz en tantos lugares y habiendo tenido contacto con reyes y todas las demás jerarquías, ¿no iba a saber quién era cacique y quién era un simple indio?”.
Además, el historiador agregó que don Pedro de Alvarado registra que “el más grande señor de estas tierras es el cacique Sicumba, que domina todo el Valle de Sula”, y de igual forma mencionó a otros caciques que los españoles registran.
Otra de las enseñanzas escolares sobre Lempira, es que reunió un ejército de 30,000 hombres, con quienes luchó en contra de los españoles durante seis meses.
Respecto a esto el historiador dijo tajantemente que “ni Honduras ni Centroamérica pueden organizar un ejército así”, y agregó que de haber sido cierto esta sería una zona arqueológica inmensamente rica, “porque hubieran restos de comales, de piedras de moler, restos de todo lo que se necesita para poder hacer todo ese tipo de ayuda para un ejército”.
Y en su libro “Los últimos días de Lempira”, cita lo escrito por Ruiz, quien registró sobre los indígenas que se resistían con Lempira lo siguiente: “copia de dos mil hombres con mano armada nos dieron una guazábara, en la cual nos mataron a Francisco de Mesa y a Juan Gasparín y salimos de dicha guazábara muchos heridos”. Por lo que el ejército de Lempira no era de 30,000 hombres, por esta y la anterior razón.
También los libros escolares registran que después de luchar durante seis meses, los españoles se valieron de la traición para matar a Lempira.
Martínez manifestó en relación a esto tres razones por lo que esto es falso: La primera es que si hubieran peleado por seis meses, ¿cómo no se iban a dar cuenta los indios que en el mismo caballo iban dos hombres, y que uno de ellos iba oculto en la parte de atrás?
La segunda es que el Congolón, donde estaba Lempira cuando llegaron los emisarios españoles mide más de 150 metros, y un arcabuz de aquella época tiene un disparo de corto alcance: 50 metros.
La tercera razón es que en su probanza de méritos Rodrigo Ruiz registró que “yo el dicho Rodrigo Ruiz como celoso del servicio de su Majestad poniendo en gran peligro mi persona por evitar tanto mal como se esperaba, procuré entrar en dicho escuadrón de los enemigos con mi espada y rodela y fui a la parte y lugar donde estaba animando a su gente el dicho capitán llamado Elempira, el que traía vestida y las armas de los españoles que había muerto, y peleando con él le maté y cortele la cabeza, la cual por traerla al dicho general recibí muchas heridas así en la cabeza, como en el rostro, con todo lo cual la saqué en las manos y nunca la dejé, aunque venía herido de peligrosas heridas de las cuales llegué a punto de muerte, y la cabeza di al general en sus manos”, tal y como lo relató Ruiz en su probanza de méritos, sobre el enfrentamiento que tuvo con Lempira.
Ruiz también escribió sobre Lempira que alborotaba a los pueblos de la provincia, y sacó de los sepulcros a Gasparín y a Mesa, les quitó sus vestiduras para ponérselas él y luego los colgó de unos pinos.
Otro punto que se pone en duda es que Alonso de Cáceres ordenó que Lempira fuera muerto a traición. Martínez registró que cuando sucedió la muerte del indígena, Alonso de Cáceres estaba pacificando el valle de Comayagua, basado en la probanza de Ruiz.
Y una de las creencias más sobresalientes es que Lempira defendió la soberanía nacional, por eso debe ser llamado héroe.
Por su parte, el historiador Mario Argueta dijo que “para el siglo XVI no había una unidad geográfica, habían distintas regiones pobladas por diferentes etnias, y Lempira defendía su hogar, sus tierras ubicadas en el sur oeste hondureño”. El historiador Mario Martínez es del pensar que
“Lempira no defendió la soberanía nacional, defendió su pedacito de tierra, Honduras no existía, existía el país de las Hibueras, el país de Naco, el país de Sula, el país de Olancho, eran un montón de pequeños cacicazgos que generalmente eran enemigos los unos de los otros”.
Lempira, héroe nacional
Argueta considera que “Lempira tiene todos los méritos para que sea visto, respetado y estudiado como el primer héroe hondureño y como el primer defensor de la soberanía nacional”.
No obstante, Martínez expresó que “héroe no, el héroe debería de ser Sicumba (cacique del Valle de Sula), o Toreba (cacique que vivió en la zona de Trujillo) que fueron los que sí me mencionan los españoles y que se enfrentaron a ellos y les causaron muchas bajas, porque, por ejemplo el cacique Benito en Olancho les mató 15 caballos, 15 caballos era como destruir hoy 15 tanques de guerra, y que les causó muchísimo daño y, entonces a ellos no los toman en cuenta para nada”, y agregó que ellos sí eran mencionados en la época de la colonia.
No cabe duda que Lempira era un hombre aguerrido, pero la historia novelesca que se cuenta sobre su muerte, debería verse a la luz de las investigaciones de Martínez, quien sustenta esta nueva versión en los documentos de Ruiz, que datan de 1558, y que están en el Archivo de Indias, en España.
Algunos centros educativos enseñan las dos versiones, aunque en otros se guarda con celo la tradicional, a pesar de que muchos maestros conocen la actual.