TEGUCIGALPA, HONDURAS-. La puesta en “pausa” derivada de la pandemia del coronavirus fue el mejor momento para la acción de Mimalapalabra.
La editorial sampedrana ha retomado sus labores tras una ausencia que se contaba desde el 2016 y ha regresado con la publicación de nuevas ediciones y algunas reediciones.
Una buena noticia para una literatura hondureña que siempre parece al borde del nocaut, pero que resiste, aunque sea contra las cuerdas. La editorial dirigida por el escritor Giovanni Rodríguez se niega a abrazar las dificultades y tiene planes de publicar en 2021 más libros de autores nacionales.
Mimalapabra se ha activado en cuarentena, con reediciones y nuevas ediciones, ¿qué visualizan de aquí a 2021?
Hemos reeditado algunos de nuestros primeros libros y publicamos dos nuevos libros de cuentos en este 2020. En enero de 2021 tendremos otras reediciones y cuatro nuevos títulos, dos de artículos y dos antologías de cuentos. Y esperamos publicar durante los meses siguientes al menos tres novelas de tres autores hondureños. La meta es publicar, de ahora en adelante, al menos 12 libros por año.
Novela y cuento son parte del catálogo de la editorial, ¿habrá poesía?
Sí, la editorial tiene, desde que empezó en 2009, tres colecciones: Narrativa, Poesía y Convergencias, esta última para los libros que combinan géneros o que resultan difíciles de identificar dentro de un género específico. En nuestros planes para 2021 está la publicación de un par de antologías de poesía.
¿Desde hace cuánto no publicaba nada la editorial?
Nuestro último libro fue una novela y apareció en 2016. El año anterior habíamos publicado tres libros de cuentos. Pero esa falta de constancia ya quedó en el pasado. En adelante presentaremos reediciones y novedades cada tres meses.
Pareciera que viviendo una crisis como la del covid-19 todo se detiene, no obstante, ustedes se han activado, pero ¿quedará muy golpeada la edición de libros en este tiempo?
El tiempo que la pandemia nos ha obligado a mantenernos en casa hemos querido aprovecharlo siendo creativos, así que nos pusimos a pensar en lo que la editorial necesitaba para empezar a ser, ahora sí, una editorial bien constituida, constante y con una oferta de títulos de calidad, que ofrezca a los lectores propuestas literarias serias, que constituyan verdaderos aportes para la literatura hondureña y centroamericana.
La edición de libros en Honduras siempre ha estado muy mal, por muchos factores, empezando por la escasez de editoriales que sean eso, editoriales, y no simples intermediarios entre el autor y la imprenta, y luego también porque la autoedición, que ha sido la mayoría de las veces la mejor opción para los autores, se ha vuelto demasiado cara. Así que nosotros encontramos una alternativa para publicar libros con tirajes cortos sin necesidad de sacrificar la calidad; eso es lo que nos permitirá no sólo sobrevivir en este medio aparentemente estéril para la literatura sino también mantenernos muy activos y entusiasmados.
¿Qué reto supone para la literatura en Honduras un escenario como el que plantea el covid-19?
Para los autores, acostumbrados a lidiar, por un lado, con una amplia oferta de motivos para escribir que flota en el ambiente todo el tiempo y, por el otro lado, con todas las dificultades que el ejercicio de la escritura entraña para un escritor que vive en el llamado “tercer mundo”, el escenario se le revela con nuevos matices; pero es difícil determinar si todo esto beneficiará la creación literaria o si más bien ampliará las dificultades para la escritura. Supongo que habrá de los dos casos.
¿Considera Mimalapalabra sacarle más provecho al formato digital?
Sí, la posibilidad de colocar nuestros libros en Amazon para su venta en formato eBook para Kindle en todo el mundo fue uno de los aspectos que más nos motivó a emprender esta nueva etapa en la editorial. Desde que empezamos a hacerlo en julio, nuestros libros se han estado vendiendo muy bien en Amazon, sobre todo en Estados Unidos, pero también en España, Francia, Alemania o Italia, entre otros países. Siempre habrá alguien fuera de Honduras que quiera leer literatura hondureña, y a eso le estamos apostando.
¿Quiénes conforman el equipo de la editorial?
Yo me encargo de la edición y de la mayoría de las decisiones sobre el diseño de las portadas, pero cuento con el apoyo de mi cuñado, Reginaldo Estrada, para la parte técnica del diseño editorial, y de Elmerivanh, que es un magnífico ilustrador y que ha colaborado con algunas portadas y caricaturas de nuestros autores. El trabajo de la publicidad y del manejo del blog y de las redes sociales lo hace mi esposa, Hansy Estrada.
Libros publicados por Mimalapalabra
Desde que inició en 2009 ha publicado los siguientes libros: “Ficción hereje para lectores castos”, “Café y literatura”, “Melancolía inútil” y “La caída del mundo”, de Giovanni Rodríguez; “La danta que hizo dugú” y “Las virtudes de Onán”, de Mario Gallardo; “Entonces, el fuego” y “Perro adentro”, de Raúl López Lemus; “Afinidades”, de Hernán Antonio Bermúdez; “La secreta voz de las aguas”, de Marco Antonio Madrid, y “La fiesta umbría”, de Eduardo Bähr.
En 2020 publicó nuevos libros y reediciones: “Sombras de nadie”, de Xavier Panchamé; “Alguien dibuja una sombra”, de Raúl López Lemus; “Teoría de la noche”, “Tercera persona”, “Ficción hereje para lectores castos” y “Café y literatura”, de Giovanni Rodríguez.
Próximamente publicará un volumen de cuentos “negros y violentos” que reunirá a autores de trayectoria (Raúl López, Mario Gallardo, Dennis Arita, Felipe Rivera Burgos, Giovanni Rodríguez, Samuel Trigueros, Darío Cálix y Javier Suazo), autores con un libro publicado (Manuel Ayes y Xavier Panchamé) y narradores que no han publicado ningún libro (Juan José Bueso y Cristian Rodríguez).