Hollywood, Estados Unidos
Es muy fácil transformar una entrevista con Quentin Tarantino en la mejor lección de cine. En especial cuando la misma entrevista sucede muy lejos de Hollywood, en Francia, 20 años después de haber recibido el premio máximo del Festival de Cannes por la película Pulp Fiction. Y nadie mejor que él para hablar del mundo del cine... lejos del mundo del cine.
La fama, en cierta forma, genera más presión por mejorar con cada nueva película.
La fama no es una presión que yo sienta porque para mí es algo que siempre debería existir. Yo quiero que la gente espere lo mejor de mí.
Quiero que la gente tenga las mejores expectativas con mi próxima película. Es lo que yo sentía con los directores que admiraba, cuando yo era joven.
Cuando Brian de Palma salía con una nueva película yo contaba los días, dos semanas antes del estreno. La semana que estrenaron Scarface, para mí fue la semana de Scarface, seis días más para Scarface.
Cinco días para Scarface. Y después soñaba con Scarface (risas).
Con cada estreno de De Palma yo era el primero en la fila, iba el primer día y ni siquiera dejaba que nadie viniera conmigo.
Tenía que verla solo. Recién la segunda vez, a la función de la medianoche iba con mis amigos. Ese estilo de emociones es lo que mantiene vivo al cine.
Es algo vital. Por eso no lo considero como una presión. Considero un lujo que la gente que admira mis películas espere una nueva. Lo horrible sería todo lo opuesto, que a nadie le importe si hago una película nueva.
¿Qué tan importante fue ganar, 20 años atrás, la Palma de Oro en Cannes con Pulp Fiction en comparación con la nominación al Oscar que perdió como Mejor director y ganó como Mejor guion? En relación con mi carrera no sé qué tan importante pudo haber sido ganar la Palma de Oro en Cannes. Ni siquiera sé lo que significa, para decirte la verdad. Pero te da el prestigio de figurar entre los mejores directores del siglo. De todos los premios que gané, en relación con los laureles, es mi mejor logro. Entre todos los trofeos que tengo, es el que ocupa el lugar de honor en mi casa. Y me gustaría ganar otro más, algún día, antes que apaguen la luz.
Si hoy viera de nuevo la película Pulp Fiction, ¿qué opinaría de aquel joven Tarantino?
Mmm... ¿Si la viera de nuevo? Es una pregunta injusta por el simple hecho de que yo siempre hago mis películas, para mí. De verdad, las hago para mí y todos los demás están invitados a verlas. Por eso estoy seguro de que me encantaría.
Así como la gente colecciona DVD, ¿es cierto que usted colecciona películas originales en 35 mm?, ¿tiene tiempo para volver a ver la misma película una y otra vez? Nunca conté cuántas películas tengo porque tampoco quise llevar mi obsesión hasta ese microscopio. Pero tengo una colección bastante grande de películas de 35 mm y todavía más grande con las versiones en 16 mm. Y sí, las veo todo el tiempo. Yo siempre estoy viendo cine. Y lo bueno de haberme ido tan bien con el cine es que puedo darme el lujo de vivir una vida académica. Siento que estoy estudiando para mi profesorado en la Historia del Mundo del Cine. Y el día que muera, será el día que me gradúe.
¿En alguna de esas ocasiones en que volvió a ver sus películas nunca se tentó con la posibilidad de volver a editar o expandir películas como Reservoir Dogs or Pulp Fiction? La respuesta es “no”. Siempre bromeo que no hago versiones en DVD con el corte del director, porque el corte del director fue la versión original. El corte del director lo muestro en cine, no en otra versión de DVD. Pero últimamente hay algunas cosas que me interesaría hacer. Tengo Kill Bill: The Whole Bloddy Affair, que es completamente diferente a Volumen 1 y Volumen 2 de Kill Bill. Es algo que hice al mismo tiempo. Pero también tengo 90 minutos de material de Django que nunca se vio y mi idea, francamente, sería hacer una versión de cuatro horas de Django Unchained para mostrarla como una miniserie de cuatro capítulos en televisión por cable. Eso sí me gustaría hacer.
¿Cómo reacciona cuando otros lo copian o lo imitan?, ¿lo toma como un robo o como un homenaje? Lo tomo absolutamente como un homenaje. Al principio, cuando veía películas basadas en Reservoir Dogs o Pulp Fiction era demasiado tímido o me parecía demasiado presumido pensar que me habían copiado. Pero supongo que también fue una época. Cuando las pinturas expresionistas empezaron a salir, tampoco fue un grupo de artistas que salió a decir: “Hagamos pinturas expresionistas”, era la atmósfera del momento. Yo solo fui uno de los primeros que llegó a la puerta y me quedé con todos los beneficios. De la misma forma que Sergio Leone impulsó todo un género de películas de vaqueros, a lo mejor, yo también generé cierta influencia en el estilo de crímenes en el cine.
¿El nombre italiano de Tarantino también tuvo cierta influencia italiana en su estilo de cine? No estoy tan seguro (piensa). No sé si tenga alguna respuesta para esa pregunta. Lo dudo... pero quién sabe. A lo mejor sí. Pero lo dudo, porque no me crié con ninguna cultura italiana. No vengo del estilo de familia de los Soprano (risas). No me crié así. Pero siempre me gustó el cine italiano. A lo mejor está en mi ADN (más risas).
¿Qué piensa del cine actual y cómo imagina el futuro? En el cine digital lo bueno es que los jóvenes, incluso con un teléfono celular, tienen la tenacidad de filmar una historia interesante sin demasiada ayuda. Pueden hacer una película que incluso puede llegar al círculo de los festivales. Es algo real y legítimo. En mi época, al menos necesitabas una cámara de 16mm para hacer algo así. Y era como un Monte Everest que muy pocos podían escalar. Y en una sociedad artística democrática también va haber mucha basura. Pero a lo mejor aparece alguna flor donde pueda aparecer algo bueno que en las viejas épocas jamás hubiera existido. Es lo único bueno que veo en el formato digital, porque realmente no puedo entender que a un director de cine establecido se le ocurra filmar en ese formato, sería la muerte del cine. No lo entiendo. Para ver televisión, no salgo de casa.
Y entre todos los directores hispanos, ¿tiene alguno preferido? De vez en cuando trato de poner al cine en un microscopio, para revisarlo. Y el otro día mandé una cadena de emails entre un grupo de amigos pidiendo una lista de los directores de cine más excitantes del momento. Yo escribí mi lista y fuimos intercambiando mensajes. Y el hecho de no ver a Pedro Almodóvar en la lista de nadie me hubiera parecido un misterio. Pero no lo fue, porque él estaba en “mi” lista.