Los Ángeles, Estados Unidos.- Una de las historias más trágicas y a su vez inspiradoras del universo de superhéroes que también libraron duras batallas en la vida real acaba de arribar a la gran pantalla 20 años después del fallecimiento de su protagonista: “Super/Man: La historia de Christopher Reeve” ya está disponible en cartelera.
Después de quedar tetrapléjico, el afamado actor y director estadounidense se convirtió en un carismático líder y activista en la búsqueda de una cura para las lesiones medulares, así como en un apasionado defensor de los derechos y la atención de los discapacitados, todo ello mientras continuaba. su carrera en el cine —delante y detrás de la cámara— y se dedicaba a su familia.
De los directores del documental McQueen —Ian Bonhôte y Peter Ettedgui— esta pieza de cine incluye películas caseras íntimas nunca antes vistas y material de archivo personal que es una verdadera joya, así como las primeras entrevistas ampliadas (jamás filmadas) con los tres hijos de Reeve sobre su padre, además de entrevistas con los principales actores de Hollywood que fueron colegas y amigos de Reeve.
Se trata de un documental conmovedor y con una narración cinematográfica vívida de la extraordinaria historia de Reeve.
“Super/Man: la historia de Christopher Reeve” es una producción de Passion Pictures y Misfits Entertainment. Basado en la ciudad de Nueva York, el estudio de producción Words + Pictures financió y también produjo la película.
Words + Pictures, fundado en 2021 por Connor Schell, están liderados por los creadores y productores de la serie 30 for 30, la ganadora del premio Emmy “El último baile” y la ganadora del Oscar en 2017, “OJ: hecho en América” .
En su memoria
Christopher Reeve fue un actor y director estadounidense, conocido mundialmente por su papel icónico como SuperMan en la película de acción real y sus tres secuelas, y también es recordado por su personaje de Richard Collier en la película Somewhere in Time.
Desafortunadamente, en 1995, cuando tenía apenas 42 años, Reeve sufrió un accidente mientras montaba a caballo que lo dejó paralizado del cuello hacia abajo. A partir de entonces, se convirtió en un defensor y activista de la investigación sobre lesiones de la médula espinal, dedicando su vida a la recaudación de fondos y promoviendo avances en la ciencia médica.
Fundó la Fundación Christopher Reeve (ahora Fundación Christopher y Dana Reeve). Luego falleció el 10 de octubre de 2004 de insuficiencia cardíaca cuando tenía solo 52 años, casi una década después del accidente.
Su segunda esposa y madre de su tercer hijo (William) murió de cáncer de garganta 18 meses después que él partiera.