CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS.- Polémicas revelaciones se han hecho en el mediático juicio que enfrentan los actores Johnny Depp y su exesposa Amber Heard, luego que el terapeuta revelara cómo era la relación de la pareja.
Fue Laurel Anderson, quien confesó que asesoró a la pareja en 2015. La doctora contó que “ambos tuvieron una infancia difícil en el hogar (...) creo que él se mantuvo bajo control durante no sé, veinte o treinta años” hasta que todo se volvió a desencadenar por su relación con Heard.
La especialista aseguró que las acciones hicieron que se metieran en una espiral de “lo que yo veía como un abuso mutuo”.
Al ser interrogada si el protagonista de “Piratas del Caribe” abusó físicamente de su esposa, la terapeuta contestó: “Sí” ya que pudo comprobar en primera persona los moretones que la actriz tenía en la cara.
Asimismo, confesó que en ocasiones, la protagonista de Aquaman, era la que “provocaba las peleas” con su esposo ya que en algún momento le confesó que “prefería discutir con él y tenerlo cerca a que la ignorara o la abandonara”.
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De igual forma, sostuvo que Heard le confesó en una ocasión que ella había golpeado a su marido.
Cabe mencionar que la jueza Penney Azcarate revisó las grabaciones de las cámaras de seguridad del edificio donde vivía el actor con su esposa y las imágenes confirmaban que la policía llegó a la residencia de la pareja el 21 de mayo de 2016, día que ella denunció la agresión física.
Dramática
Por otra parte, la exasistente personal de Amber Heard, Kate James, confesó que la actriz tiene un carácter “inestable” y suele mostrarse como una persona dramática.
También, contó que la actriz la trataba con desprecio y le enviaba mensajes hirientes en la madrugada cuando “buscaba sin sentido” el poder desahogarse con alguien.
De igual forma relató que en una ocasión, Heard se levantó bruscamente de su silla y puso su rostro muy cerca del de ella y le reclamó por pedirle un mejor sueldo.
La expareja se acusa mutuamente de difamación durante un juicio en Fairfax, cerca de Washington, por una columna publicada en el Washington Post en 2018.
