Tegucigalpa, Honduras.- “Disculpe, es lo que pasa a veces al trabajar en casa, mis niños me hablan”, dijo Thelma Zúñiga antes de comenzar la entrevista, porque primero es madre y después repostera, y cuando el deber llama, ella responde.
Mamá de tres pequeños, Carlos Emmanuel, de nueve años, Alice María, de cinco años, y Helena Xiomara, la más pequeña del hogar, tiene tres años. Todos ellos, junto a su esposo, forman parte de este pequeño emprendimiento.
Originaria de Yoro, Yoro, Thelma Xiomara Zúñiga actualmente vive en Tegucigalpa. Estudió bachillerato en Ciencias y Letras, pero su pasión la llevó por otro camino. La necesidad de darle lo mejor a sus hijos fue el comienzo de este emprendimiento, pues en este hogar, tanto su esposo como ella, tenían que llevarle a sus pequeños un plato de comida a la casa, o quizás un postre. Así nació “Un Toque Dulce”.
A sus 31 años, Zúñiga sigue manteniendo el mismo amor con su pareja, quien año tras año ha sido su pilar en este negocio, este mismo amor, ahora se transmite a lo que hace, pues ella asegura que lo que sale del horno, también salió de su corazón,
“Soñadora”: así se define ella misma, pues años atrás no logró imaginarse que las ganas de salir adelante la llevaran a donde está ahora.
La práctica hace al maestro, y la prueba y error llevó a Thelma a crear con sus manos lo que considera un verdadero arte. Para llevar un producto de calidad a sus clientes, se especializó como Cocinera Profesional en la Academia Centroamericana de Gastronomía (ACEGA).
“Al principio me dio curiosidad por empezar a hacer postres fríos, no pasteles, solo postres como más el estilo del abuelo, de los caseros. Pero después empecé a buscar más y así empezó esta aventura”, explicó Thelma.
Su temor en un inicio la cohibió de muchas cosas, hacer videos y generar contenido en sus redes, por ejemplo. Pero darle lo mejor a sus hijos pesaba más, así que la madre, esposa, repostera y ama de casa, ahora también era creadora de contenido. “Ha sido difícil empezar, creo que para cualquier empresa es fuerte, igual costó muchos años para poder ser lo que soy ahora, pero trato de ver el lado positivo”, reveló.
Desde sus inicios
Los malos comentarios fueron parte del aprendizaje, pues siempre valoró la opinión de sus clientes para tratar de ofrecerles un mejor producto.
“He aprendido y también he tratado de buscar, enfocarme más a una mejor atención al cliente, no como antes, como cuando empecé, con el miedo de venir hasta preguntarle al cliente, ahora puedo tener esa comunicación y ese miedo hasta a veces hasta nosotros mismos de salir en nuestros videos. Siento que me he superado para poder tener otra identidad para mi negocio”, relató Thelma como parte de su crecimiento como repostera.
Su principal objetivo como emprendedora es llevar a la mesa lo que el cliente tiene en su mente. Es recrear los sueños en azúcar, pues cada pastel, cada cupcake y cada galleta es pensado con la intención de darle la mejor y única experiencia a esa familia.
“Me gusta que el cliente pueda llegar a imaginar cuál es el pastel deseado para así podérselo realizar, que no sea como el típico tradicional pastel que uno puede llegar a encontrar en una pastelería o una tienda o un supermercado, sino que sea algo creativo, algo diferente y algo único”, confesó.
El nombre de su negocio, por ejemplo, surgió por la necesidad de complacer, atender y llevar un toque de dulzor a la vida de las personas. Los primeros días intentó inspirarse en ideas, pero ninguna identificaba su objetivo: ser único e innovador.
“Al principio cuando empecé traté de buscar muchos nombres, buscaba en internet o páginas de otros negocios y ver cómo identificarme. No quería que solamente mi nombre apareciera ahí como Telma Pastelería. No sé, quería algo diferente”, dijo cuando se le preguntó cómo surgió “Un Toque Dulce”.
Para Thelma, “a veces necesitamos como un toquecito dulce en nuestro día. Alguien que simplemente llegue y te diga: te traje esto, un simple dulce, un simple cupcake, un simple pastel, un simple postre, para que te alegre el día y uno se sienta mucho mejor”, esto resume el mismo sentimiento que ella quiere causar al llevar su producto a sus clientes.
Apoyo familiar
Si pudiera dividirse en cuatro personas, Thelma lo haría, ya que desde que comienza el día, su labor como esposa y madre inicia, y los hornos también empiezan a calentarse.
El ingrediente principal en esta cocina es la paciencia, pues aunque las manos sobran cuando los pequeñines se involucran en la preparación, el ser madre de tres es un poco agotador.
“A veces estoy decorando y voy grabando contenido; esto es de tener la paciencia y amor. A veces ellos me escuchan decir: ‘espérate, ahorita estoy ocupada, estoy trabajando’. Ellos me han tenido bastante paciencia. Mi esposo me apoya cuando estoy saturada de trabajo, él cuida a los niños en el tiempo que puede y pues cocinar igual, ya que yo no puedo por el trabajo”, contó Thelma mientras sus pequeños la llamaban durante la entrevista.
El cansancio se reduce al escuchar a su pequeña Helena decir: “Mami, eres una pro”, pues para este equipo, valorar el esfuerzo de cada uno y ver los resultados es una completa satisfacción.
“Hemos creado esta palabra para todos. Entre nosotros nos decimos “somos unos pros, somos geniales”. Entonces cuando yo creo algo, ellos siempre tienden a recalcarme eso. ‘Mami, eres una pro porque creas algo diferente’, igual yo con ellos”, dijo con amor.
Es muy probable que ellos vean a su madre como una heroína, quizás no use una capa, pero su delantal nunca falla, así como ella lo trata de hacer.
Ahora ha convertido una calculadora y un cronómetro su mente, pues tiene que saber en cuánto tiempo y cómo poder dividirse para poder sacar todo a tiempo. Debe de calcular el tiempo de horneado y a la vez ver que la pequeña Helena coma. Tiene que decorar sus pasteles, pero asegurarse que sus otros hijos hayan regresado de la escuela.
Un espacio familiar
La intención de Thelma es llevar a la mesa de su restaurante un pastel con aroma a hogar, crear un ambiente familiar donde la gente se sienta feliz, siempre con “Un Toque Dulce”.
Su sueño es tener su propia cafetería, pero no solo un local de cuatro paredes donde se sirvan postres, sino un hogar para sus clientes y que se sientan cómodos al visitarla.
“No quiero ese negocio del cual sea solamente un espacio donde la gente le llegue a ocupar, sino que quiero algo más como un ambiente familiar donde la gente llegue y de verdad sientan que es algo acogedor, donde vean que no es lo típico común de una repostería de irse a sentar, quiero que sea un mágico momento que pueden llegar a compartir”, concluyó.
Actualmente, nuestro país cuenta con grandes emprendedores de todo tipo, desde cocineros, cafeteros, costureros hasta zapateros, creadores de joyas y muchas cosas más.
EL HERALDO, como parte de su dinámica en apoyo a los emprendedores, hace resaltar a estas personas que buscan darle lo mejor a sus familias. Thelma Zúñiga es una de ellas.
Si tu deseo es poder obtener su servicio, puedes contactarla a través de todas sus redes sociales como “UnToqueDulce”, o también a su número telefónico 3260-7547, donde te ofrecerán una gran variedad de postres personalizados o servicio de comida para eventos especiales.
