Tegucigalpa, Honduras
El teatro, la literatura, la pintura y la docencia se visten de negro una vez más tras el trágico fallecimiento del multifacético artista hondureño Carlos Saúl Toro.
Fue apenas en 2014 cuando la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD) realizó una ceremonia en agradecimiento al maestro por su invaluable compromiso, esfuerzo y dedicación al desarrollo de la formación teatral profesional de Honduras.
Sin embargo, a solo tres años de su último homenaje, el emblemático Toro se despide de su familia, amigos, colegas artistas y demás seres queridos a causa de complicaciones en su salud.
El teatrista inició su legado como maestro de educación primaria en una escuela de Tela, Atlántida. Posteriormente fue docente de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM).
Sin duda alguna, uno de los logros más importantes fue haber fungido como el segundo director de la ENAD, entre los años 1979-1992, donde logró la reestructuración curricular y otorgó a 13 promociones de egresados el grado de Promotor de Teatro.
Además, fundó el Teatro Taller Tegucigalpa (TTT) en el año 1979 y trabajó por mucho tiempo como actor y director de diversas puestas en escena.
En sus últimos años de vida se dedicó al arte de la pintura, mostrando de esta manera que su talento no tenía límites.
El teatro, la literatura, la pintura y la docencia se visten de negro una vez más tras el trágico fallecimiento del multifacético artista hondureño Carlos Saúl Toro.
Fue apenas en 2014 cuando la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD) realizó una ceremonia en agradecimiento al maestro por su invaluable compromiso, esfuerzo y dedicación al desarrollo de la formación teatral profesional de Honduras.
Sin embargo, a solo tres años de su último homenaje, el emblemático Toro se despide de su familia, amigos, colegas artistas y demás seres queridos a causa de complicaciones en su salud.
El teatrista inició su legado como maestro de educación primaria en una escuela de Tela, Atlántida. Posteriormente fue docente de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM).
Sin duda alguna, uno de los logros más importantes fue haber fungido como el segundo director de la ENAD, entre los años 1979-1992, donde logró la reestructuración curricular y otorgó a 13 promociones de egresados el grado de Promotor de Teatro.
Además, fundó el Teatro Taller Tegucigalpa (TTT) en el año 1979 y trabajó por mucho tiempo como actor y director de diversas puestas en escena.
En sus últimos años de vida se dedicó al arte de la pintura, mostrando de esta manera que su talento no tenía límites.
