JERUSALÉN, ISRAEL.- En medio del persistente conflicto en la región de Israel y Palestina, EL HERALDO Plus conversó con Beni Jacob, un hondureño por nacimiento y de ascendencia israelí para comprender la realidad de quienes viven en áreas afectadas por la violencia. Jacob revela la cruda y desgarradora situación que enfrentan a diario los residentes de estas zonas conflictivas.
Desde su residencia en el norte de Israel -una región que generalmente se considera tranquila, pero que se ve afectada por los ataques de Hamás-, detalla cómo han adaptado su vida al conflicto. Su vivienda se asemeja a un búnker subterráneo, construido con concreto reforzado y acero, lo que le proporciona una sensación de seguridad en medio de los ataques.
Sin embargo, recalca que la incertidumbre persiste, ya que los cohetes lanzados por los grupos terroristas pueden alcanzar su área en cuestión de minutos.
“Todos mis compañeros de trabajo, todos los que son combatientes, los llamaron, ya no hay nadie que sea una persona joven, entre los 20 y 30, que esté ahorita en el trabajo”, menciona. Mientras continúa con sus actividades diarias, Jacob reconoce que la economía se ha visto afectada por los enfrentamientos, con una ligera disminución en las ventas.
A pesar de esto, tanto él como las personas que conoce intentan llevar una vida normal y trabajar tantas horas como sea posible para mantener el equilibrio en medio de la crisis. Sin embargo, reconoce que la situación es más tensa en áreas cercanas a Gaza, como Lerod y Ashkelon, donde las restricciones de seguridad son más estrictas y la amenaza de los ataques es más inminente.
“Si Dios permite, que cierren una operación hasta el final, que el gobierno de Hamás desaparezca y que la autoridad palestina tome control sobre la Franja de Gaza”, dice Jacob. En cuanto al transporte aéreo y terrestre, Jacob señala que durante los momentos de ofensivas terrestres, los vuelos en el Aeropuerto Ben Gurión pueden ser cancelados temporalmente debido a la saturación de los radares y la actividad intensa de la Cúpula de Hierro, encargada de interceptar los cohetes enemigos.
“Uno no puede estar tranquilo, sabiendo que en cualquier minuto puede caer un cohete, y le puede caer a usted. Hay que estar cerca de un búnker, cerca de un lugar donde usted puede estar seguro”. Así transcurren los días para los hondureños que, como Jacob, se han radicado en Israel.