Exclusivo suscriptores
Tegucigalpa, Honduras.- "La responsabilidad no fue de los transportistas, ni de los conductores. Los custodios, los militares y las autoridades del CNE son los que deberían haber garantizado que todo se hiciera correctamente", sentenció Pablo Rodríguez, conductor de uno de los rápidos que se vio envuelto en el caos del traslado de las maletas electorales durante las elecciones primarias de 2025 en Honduras.
Desde las primeras horas del proceso, se evidenció un desorden absoluto que, según el testimonio de Rodríguez a un medio local, tuvo múltiples responsables. El relato de Rodríguez comienza en la tarde del sábado 8 de marzo.
A las 6:00 de ese día, él y los demás conductores ya se encontraban preparados para comenzar su labor.
Sin embargo, el proceso de carga de las maletas no comenzó hasta la medianoche, una demora que anticipaba lo que sería un día lleno de complicaciones.
"Mire, nosotros llegamos a las 6:00 de la tarde el día sábado, pero hasta las 12:00 de la noche nos empezaron a cargar las maletas; ya no entendíamos qué estaba pasando", comentó con tono de frustración.
A pesar de que el horario de salida estaba programado para las 12:00 de la medianoche, los buses no partieron hasta las 6:10 de la mañana, y todo ocurrió bajo una atmósfera de desorden total.
De acuerdo con Pablo, las autoridades del CNE “no nos dijeron que algo iba a cambiar, nos dejaron esperando sin información, y los militares fueron los únicos responsables de la salida. Ninguna autoridad nos indicó qué hacer o a dónde ir”.
Después de partir, el convoy de nueve buses se dirigió al Instituto Milla Selva, donde los conductores y las maletas se detuvieron por un tiempo indeterminado.
Te Recomendamos
Irregularidades
Rodríguez indicó que, en total, estuvieron estacionados durante 40 minutos sin una explicación clara.
“Nos dejaron ahí sin custodios. Había solo dos militares, uno de apellido Oliva, pero no sabíamos qué estaba pasando. Nadie nos informó sobre el plan o el destino de las maletas”, explicó. En este punto, la falta de organización comenzaba a ser evidente.
Según el conductor, después de este primer retraso, la situación empeoró. La Policía Militar les dijo que no debían seguir rumbo hacia el Milla Selva, sino que debían ir hacia otro destino, la Universidad Pedagógica.
“Fuimos allí y estuvimos más de una hora sin hacer nada. Nos dijeron que no bajáramos ninguna maleta, que no tocáramos nada. Así estuvimos hasta que llegamos a un punto de incertidumbre”, sostuvo Rodríguez.
A medida que avanzaba la mañana, el entorno continuaba siendo incontrolable. “No había ni un solo custodio que nos diera seguridad. Solo había dos policías militares, Oliva y otro de apellido Moreno, pero no había custodia de ningún tipo, y nos sentíamos completamente desprotegidos”, relató Rodríguez con una mezcla de desconcierto y malestar.
A las 11:30 de la mañana, las cosas tomaron un giro aún más extraño. Rodríguez evidenció que, de repente, llegaron varios periodistas al lugar, lo que provocó que la policía se pusiera nerviosa.
Te Recomendamos
Acusado
Fue en ese momento cuando les indicaron que siguieran a un nuevo destino, la iglesia Vida Abundante.
Sin embargo, las irregularidades no terminaron ahí. “Al llegar a Vida Abundante, vimos que faltaban algunas maletas. Fueron cuatro maletas las que desaparecieron. El Ministerio Público comenzó a hacer preguntas, pero nadie sabía qué había pasado. La policía militar, que debía haber cuidado las maletas, no hizo su trabajo", denuncia.
Rodríguez aseguró que, aunque nunca se les permitió tocar las maletas ni interactuar con ellas. En la iglesia, las autoridades no pudieron dar una explicación clara.
Fue solo cuando los periodistas les comenzaron a preguntar y a presionar por información que las autoridades comenzaron a moverse con algo de urgencia.
Sin embargo, según el conductor, la falta de custodios y la confusión generalizada eran claras señales de que algo no estaba bien.
De ahí, los buses fueron enviados a otro punto, la colonia La Joya, donde, según Rodríguez, pasaron más de cuatro horas estacionados sin recibir instrucciones.
“Estuvimos ahí, como en espera, hasta las 3:30 de la tarde. Nadie sabía qué hacer. Los militares no nos decían nada. Todo parecía un completo desorden”, recordó con amargura.
Fue entonces cuando, finalmente, los vehículos fueron llevados a una gasolinera Texaco, donde Rodríguez y sus compañeros fueron informados de que el CNE había intervenido para poner orden en la situación. Fue en ese momento cuando llegaron más militares y custodios.
Según el conductor, la intervención de la autoridad fue tardía, pero al menos permitió que el proceso comenzara a tomar forma.
Te Recomendamos
¡Por fin!
"A las 6:00 de la tarde nos bajaron las maletas y finalmente comenzaron a distribuirlas. Todo el caos que habíamos vivido durante el día empezó a resolverse, pero ya era muy tarde", explicó.
El 9 de marzo concluyó con la distribución de las maletas a las 9:00 de la noche, luego de una jornada que se extendió por más de 24 horas.
Rodríguez expresó que, al final, cuando todo parecía estar resuelto, solo quedaba una sensación de insatisfacción.
“A las 9:00 de la noche, finalmente nos enviaron a repartir las maletas, pero ya no era lo mismo. Estábamos cansados, frustrados. Los custodios y los militares llegaron tarde, y todo el trabajo estuvo desorganizado desde el principio. No solo perdimos tiempo, sino que también pusimos en riesgo la seguridad del proceso”, aseguró Rodríguez.
El transportista también señaló la responsabilidad de las autoridades encargadas de supervisar el proceso electoral.
Te Recomendamos
Distribución
“Lo que pasó fue una falta de comunicación y coordinación. Los custodios no estaban donde debían, y los militares tampoco cumplieron con su deber de vigilar las maletas. Fue un caos desde el inicio”, afirmó.
Rodríguez no duda en responsabilizar a las autoridades por lo ocurrido, ya que, según él, eran las encargadas de la seguridad y la organización de las elecciones.
"Los transportistas solo éramos los encargados de mover las maletas. Pero las fallas de organización, la falta de custodios y la desinformación fueron responsabilidad de quienes debían coordinar el proceso", concluyó el conductor.
El testimonio de Pablo Rodríguez, ya presentado ante el Ministerio Público, resalta la grave situación que se vivió en las elecciones primarias de 2025 y deja en evidencia que la responsabilidad no recae solo en los transportistas, sino en las autoridades encargadas de garantizar la seguridad y el buen desarrollo del proceso electoral.