Tegucigalpa, Honduras
Son candidatas y aspiran a convertirse en diputadas al Congreso Nacional en las próximas elecciones.
Las aspirantes a diputadas Waleska Zelaya del Partido Nacional, Kenia Torres Florentino de la Democracia Cristiana e Issis Romero de la Alianza Patriótica coinciden en que miembros de los grupos lésbico-gais tienen derechos y se pueden casar entre personas del mismo sexo.
En Honduras han existido varios debates sobre el tema y diversos sectores de la sociedad se han opuesto. La Constitución de la República solo reconoce el matrimonio entre un hombre y una mujer.
En países desarrollados, y especialmente en algunas ciudades de los Estados Unidos, se permite el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Igual ocurre en algunos países de Europa.
Kenia Torres, quien se ubica en la casilla 98, dijo: “Estoy completamente a favor de que se casen mujeres con mujeres y hombres con hombres”. “Yo digo que si son personas que le hacen un bien a la sociedad, que no son delincuentes, que se educaron, que son profesionales, tienen valores dentro de lo establecido y si se aman porqué no”, aseguró.
“Lo que pasa es que vivimos en una sociedad de doble moral, nos encanta criticar al prójimo y no nos revisamos nosotros mismos y es parte de la problemática de este país”, aseguró.
“¿Cuál es el problema? Mientras no le hagan un daño a la sociedad, yo en eso no tengo ningún temor porque estoy respetando la decisión de las personas”, enfatizó.
Sin daño
Mientras que Waleska Zelaya, candidata a diputada por el Partido Nacional, se preguntó: “¿Que daño se hacen dos personas del mismo sexo que se amen?”.
“Toda persona tiene derecho a ser lo que quiera ser y como seres humanos yo los respeto”, dijo a Canal 10.
En horas de la tarde, a través de un comunicado del Partido Nacional, se establece que Waleska Zelaya “es respetuosa de las preferencias sexuales y no está de acuerdo con el matrimonio del mismo sexo”.
Por su parte, Issis Romero, del partido Alianza Patriótica, consideró que “si se tiene que mocionar en el Congreso Nacional en favor a una ley que proteja sus derechos y que los tomen en cuenta ¿por qué no?”. “¿Qué derecho tengo yo de decir no porque mis preceptos morales van en contra?”, se preguntó.
A renglón seguido dijo que “la moralidad va muy alejada de lo que es la orientación sexual y es allí donde yo quiero llegar y si hay una ley para proteger a los de la LGTBI por qué me voy a oponer a eso”.
