Desde antes de adherírsele Nasralla se respiraba en las calles un ambiente favorable a Castro. Según las fuentes consultadas por EL HERALDO en el partido de gobierno, sus encuestas posicionaban tempranamente a Castro con “una ventaja peligrosa” en relación a su candidato Nasry Asfura, seguidos por Nasralla y el liberal Rosenthal.
Esta situación generó dos fenómenos: Uno, la decisión de Nasralla de sumarse a la causa de Castro, con la finalidad de garantizar la salida del nacionalismo del poder, y dos: un reacomodo urgente de la estrategia nacionalista vinculándola con el comunismo, que fracasó.
Los analistas Julio Navarro, Miguel Cálix Martínez, Pablo Carías y Luis Alonso Maldonado, consultados por EL HERALDO, coincidieron en que otras fuerzas contribuyeron al triunfo. Citaron a una parte de los partidos Liberal, Pinu, Democracia Cristina, Partido Nacional (sector reducido), Partido Salvador de Honduras, independientes y jóvenes, entre otros.
Un caso curioso fue el de los yanistas, que votaron por este candidato en las primarias (339,001 votos) y conservaron sus simpatías en un 98 por ciento en las generales. Rosenthal solo perdió alrededor de siete mil votos en las generales.
Navarro estimó que “se fueron con Libre en estas generales 230,242 votos que sacó Luis Zelaya y 109,127 votos de Banegas”. Maldonado calculó unos 200 mil liberales.
Los jóvenes se volcaron por la causa de Castro aunque no se puede hacer un cálculo porque el RNP no ha dado cifras de los nuevos votantes, según el también observador Cálix Martínez.
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