TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A pesar de la aparente calma con que el
Partido Libertad y Refundación (Libre) acude a las elecciones primarias este 14 de marzo, internamente tres de las nueve facciones de esta institución política, temerosamente tratan de desafiar el cacicazgo de Manuel Zelaya Rosales.
En las elecciones internas de 2017, Libre participó formalmente con nueve corrientes, de estas siete giraron alrededor de la precandidata Xiomara Castro Sarmiento, esposa de Zelaya; y las otras dos restantes fueron el Movimiento 5 de Julio liderado por el economista Nelson Ávila y el Movimiento Renovación Partido Libre (MRP) dirigido por el abogado Rassel Tomé.
Según datos publicados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en la contienda interna de hace cuatro años, entre las nueve corrientes, Libre sacó un total 461,825 votos. Solamente el movimiento Pueblo Libre conducido por Castro obtuvo 401,474 sufragios.
Ahora, para los comicios internos de este próximo 14 de marzo, otra vez alrededor de Castro se agrupan seis corrientes: Somos Más Honduras, Pueblo Libre, Fuerza de Refundación Popular (FRP), Pueblo Organizado en Resistencia, M28 y AAA MEL.
Asimismo, Ávila se postula nuevamente por el Movimiento 5 de Julio, mientras que los nuevos participantes son Wilfredo Méndez por la facción Honduras Libre y Carlos Eduardo Reina por el movimiento Nueva Corriente.
Para el sociólogo y analista Eugenio Sosa, Castro nuevamente tiene asegurada la candidatura del Partido Libre por varias razones: primero, porque de las nueve corrientes, unas más fuertes que otras, seis van con ella, y constituyen una batería impresionante.
Aunque, unas son más estructuradas que otras, son importantes porque tienen el control del partido y son facciones fieles por lo menos a la familia Zelaya. Entre ellos tienen discusiones, tienen problemas, pero ya frente al expresidente y Xiomara se paran firmes y le siguen la trayectoria.
Además, son las corrientes que tiene más recursos, que manejan y controlan la deuda política y también controlan buena parte de la bancada.
Si usted revisa a la lista de diputados a favor de Eduardo, Wilfredo y Nelson, no se ve si hay congresistas, y si los hay son muy pocos. Tener diputado, tener financiamiento y tener recursos de sí mismo y contar con mayor acceso mediático, indica mucho. Zelaya está con mucha fuerza, analizó el sociólogo.
Pero, sostuvo Sosa, ahora lo importante es que “podemos decir que probablemente por primera vez, este partido enfrenta corrientes que se han planteado la disputa en el sentido que demandan participación, se deciden a participar, plantean su propio candidato y eso es una cosa importante”.
Lo otro es que esa misma hegemonía o control de Zelaya, aunque la mantenga y la preserve, “hoy en día está más erosionada; esto por primera vez. Esas son las cosas nuevas que hay que ver, pero si usted me pregunta ¿quién va a ser el candidato o candidata? Absolutamente le digo… Xiomara”.
Igualmente, el abogado Augusto Aguilar, ex presidente del desaparecido Tribunal Nacional de Elecciones (TNE), hoy Tribunal Supremo Electoral (TSE) considera que Libre es el partido que menos problema tiene en cuanto a la lucha entre movimientos, “porque hay un liderazgo muy fuerte por parte de Xiomara en comparación con los otros tres”.
En cualquier situación de orden político social, cuando las fuerzas están equilibradas el conflicto es fuerte; pero cuando hay un líder que es poderoso y los demás contrincantes no tienen mayor fuerza, entonces las posibilidades de conflicto son menores.
“El liderazgo de Xiomara que es prácticamente el mismo de Mel es fuerte. En las encuestas ella sale con el 90 por ciento de la militancia, en cambio si usted hace una encuesta dentro de Partido Liberal ahí las fuerzas aparecen distribuidas entre varios, igual en el Partido Nacional”.
Es muy probable que Xiomara sea la candidata de partido, aunque en política no se puede asegurar nada en un cien por ciento, pero en términos de probabilidades el porcentaje es elevado, dijo Aguilar.
Sosa define a Méndez como un veterano defensor de los derechos humanos que ya había participado como candidato a la alcaldía del Distrito Central y quedó molesto con los resultados; define a Ávila como un respetado economista y muy soñador y a Reina como un político diestro.
Juntos, estos tres precandidatos, van a sacar importantes votos, que indudablemente pondrían al partido y la bancada en el Congreso Nacional en una situación de mayor equilibrio de poder frente a la familia Zelaya.
El discurso Méndez, Ávila y Reina representan una voz inconforme y disidente de cómo se ha manejado el partido, en ese sentido han sido coherentes.
“El discurso de Wilfredo es crítico, muy claro; el de Nelson también, asimismo el discurso de Carlos Eduardo es un discurso crítico calculador, mide lo que va a decir porque sabe que Mel Zelaya tiene poder y no lo va a adversar directamente”.
Ellos “representan una disidencia interna, un malestar interno, una inconformidad dentro del partido por lo que ha hecho, por lo que se ha dejado de hacer y en ese sentido está bien que mantengan ese discurso porque si van a mantener el discurso de aplaudir a Xiomara, a Zelaya, aplaudir a Rixi (Romana Moncada) y de aplaudir a todo mundo del oficialismo entonces ¿para qué lanzar una candidatura”, cuestionó Sosa.
Para él, “la inconformidad de ellos está basada en hecho reales, que no son rumores, de que quieren más participación, quieren un partido muy democrático, más abierto, más incluyente, que de espacio a que las bases tomen decisiones, quieren un partido donde no se consolide una familia para ser dueña del partido, esto es real”.
Sobre el discurso de Castro, el sociólogo expresó: “Yo no lo escucho, está bastante ausente, ella va a algunas concentraciones, se cuida creo de los medios, el discurso de ella está poco difundido, poco conocido, creo que la cuidan de no exponerse, creo que el trabajo lo hacen las corrientes movilizándole la gente, y como tiene esta hegemonía también no necesita mucho para ganar”.
Igualmente, Aguilar explicó que en ninguno de los movimientos hay grandes propuestas o cambios. Casi siempre la mayoría, tal vez con una pequeña diferencia en algún momento, escucho el discurso de los aspirantes casi de igual forma como se ha venido haciendo.
No atraen a los nuevos votantes, eso es uno de los factores por “el cual creo yo que va a haber mucho abstencionismo o más abstencionismo que las elecciones primarias anteriores, una la pandemia, dos la situación económica, tres los candidatos- con las excepciones que siempre hay- no han despertado mayor interés en la ciudadanía”, dijo Aguilar.
Es posible que las corrientes de Méndez, Ávila y Reina obtengan votos significativos, probablemente metan gente en las candidaturas a diputados y alcaldes, y pueden incidir en las próximas estructuras partidarias, no necesariamente las van a controlar, pero pueden ser fuerzas importantes a considerar, proyectó Sosa.
No sé, dijo el sociólogo, quién de los tres pueda sacar más votos individualmente, pero juntos van a obtener una importante cantidad que indudablemente podrían poner al partido y la bancada en una situación de mayor equilibrio de poder frente a la familia Zelaya.
“Dentro de las mismas corrientes que apoyan a Xiomara hay una puja fuerte por las candidaturas de las alcaldías y diputaciones, incluso por controlar los organismos electorales. No es que todas las corrientes que van con Xiomara tienen armonía, entre ellas tienen serias diferencias, serias contradicciones, incluso hablan de fraude, no ha escuchado a Juan Barahona, pero no tocan a la familia Zelaya”, expresó Sosa.
Entre tanto, para Aguilar, el movimiento que tiene más fuerzas, más seguidores es el que se lleva la mayor cantidad de candidaturas a diputados y de alcaldes, aunque hay excepciones.
Anteriormente Libre quedó en segundo lugar, no obstante, sacó menos alcaldías que el Partido Liberal que quedó en tercer lugar, “porque el voto para alcaldes no es el voto total de un partido, ahí influye mucho el liderazgo personal; por el alcalde votan los de otros partidos, sus amigos y los que no tienen partido. Así que no se pueden considerar como votos partidarios”. El voto partidario es el presidencial, agregó el expresidente del desaparecido TNE.
En las elecciones internas de 2017, Libre participó formalmente con nueve corrientes, de estas siete giraron alrededor de la precandidata Xiomara Castro Sarmiento, esposa de Zelaya; y las otras dos restantes fueron el Movimiento 5 de Julio liderado por el economista Nelson Ávila y el Movimiento Renovación Partido Libre (MRP) dirigido por el abogado Rassel Tomé.
Según datos publicados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en la contienda interna de hace cuatro años, entre las nueve corrientes, Libre sacó un total 461,825 votos. Solamente el movimiento Pueblo Libre conducido por Castro obtuvo 401,474 sufragios.
Ahora, para los comicios internos de este próximo 14 de marzo, otra vez alrededor de Castro se agrupan seis corrientes: Somos Más Honduras, Pueblo Libre, Fuerza de Refundación Popular (FRP), Pueblo Organizado en Resistencia, M28 y AAA MEL.
Asimismo, Ávila se postula nuevamente por el Movimiento 5 de Julio, mientras que los nuevos participantes son Wilfredo Méndez por la facción Honduras Libre y Carlos Eduardo Reina por el movimiento Nueva Corriente.
Para el sociólogo y analista Eugenio Sosa, Castro nuevamente tiene asegurada la candidatura del Partido Libre por varias razones: primero, porque de las nueve corrientes, unas más fuertes que otras, seis van con ella, y constituyen una batería impresionante.
Aunque, unas son más estructuradas que otras, son importantes porque tienen el control del partido y son facciones fieles por lo menos a la familia Zelaya. Entre ellos tienen discusiones, tienen problemas, pero ya frente al expresidente y Xiomara se paran firmes y le siguen la trayectoria.
Además, son las corrientes que tiene más recursos, que manejan y controlan la deuda política y también controlan buena parte de la bancada.
Si usted revisa a la lista de diputados a favor de Eduardo, Wilfredo y Nelson, no se ve si hay congresistas, y si los hay son muy pocos. Tener diputado, tener financiamiento y tener recursos de sí mismo y contar con mayor acceso mediático, indica mucho. Zelaya está con mucha fuerza, analizó el sociólogo.
Pero, sostuvo Sosa, ahora lo importante es que “podemos decir que probablemente por primera vez, este partido enfrenta corrientes que se han planteado la disputa en el sentido que demandan participación, se deciden a participar, plantean su propio candidato y eso es una cosa importante”.
Lo otro es que esa misma hegemonía o control de Zelaya, aunque la mantenga y la preserve, “hoy en día está más erosionada; esto por primera vez. Esas son las cosas nuevas que hay que ver, pero si usted me pregunta ¿quién va a ser el candidato o candidata? Absolutamente le digo… Xiomara”.
Igualmente, el abogado Augusto Aguilar, ex presidente del desaparecido Tribunal Nacional de Elecciones (TNE), hoy Tribunal Supremo Electoral (TSE) considera que Libre es el partido que menos problema tiene en cuanto a la lucha entre movimientos, “porque hay un liderazgo muy fuerte por parte de Xiomara en comparación con los otros tres”.
En cualquier situación de orden político social, cuando las fuerzas están equilibradas el conflicto es fuerte; pero cuando hay un líder que es poderoso y los demás contrincantes no tienen mayor fuerza, entonces las posibilidades de conflicto son menores.
“El liderazgo de Xiomara que es prácticamente el mismo de Mel es fuerte. En las encuestas ella sale con el 90 por ciento de la militancia, en cambio si usted hace una encuesta dentro de Partido Liberal ahí las fuerzas aparecen distribuidas entre varios, igual en el Partido Nacional”.
Es muy probable que Xiomara sea la candidata de partido, aunque en política no se puede asegurar nada en un cien por ciento, pero en términos de probabilidades el porcentaje es elevado, dijo Aguilar.
Vea: Xiomara Castro: en una contienda llena de hombres, una mujer es favorita en Libre
Precandidatos y sus discursos
Aparte de Castro que se cobija bajo la influencia que posee su marido, los otros precandidatos, son gente que tienen sus méritos dentro de Libre. Aunque siempre han sido fieles a la familia Zelaya, tres de ellos hoy se presentan como un contrapeso, que de continuar creciendo dentro de cierto tiempo terminarán allanando el camino para el control del partido.Sosa define a Méndez como un veterano defensor de los derechos humanos que ya había participado como candidato a la alcaldía del Distrito Central y quedó molesto con los resultados; define a Ávila como un respetado economista y muy soñador y a Reina como un político diestro.
Juntos, estos tres precandidatos, van a sacar importantes votos, que indudablemente pondrían al partido y la bancada en el Congreso Nacional en una situación de mayor equilibrio de poder frente a la familia Zelaya.
El discurso Méndez, Ávila y Reina representan una voz inconforme y disidente de cómo se ha manejado el partido, en ese sentido han sido coherentes.
“El discurso de Wilfredo es crítico, muy claro; el de Nelson también, asimismo el discurso de Carlos Eduardo es un discurso crítico calculador, mide lo que va a decir porque sabe que Mel Zelaya tiene poder y no lo va a adversar directamente”.
Ellos “representan una disidencia interna, un malestar interno, una inconformidad dentro del partido por lo que ha hecho, por lo que se ha dejado de hacer y en ese sentido está bien que mantengan ese discurso porque si van a mantener el discurso de aplaudir a Xiomara, a Zelaya, aplaudir a Rixi (Romana Moncada) y de aplaudir a todo mundo del oficialismo entonces ¿para qué lanzar una candidatura”, cuestionó Sosa.
Para él, “la inconformidad de ellos está basada en hecho reales, que no son rumores, de que quieren más participación, quieren un partido muy democrático, más abierto, más incluyente, que de espacio a que las bases tomen decisiones, quieren un partido donde no se consolide una familia para ser dueña del partido, esto es real”.
Sobre el discurso de Castro, el sociólogo expresó: “Yo no lo escucho, está bastante ausente, ella va a algunas concentraciones, se cuida creo de los medios, el discurso de ella está poco difundido, poco conocido, creo que la cuidan de no exponerse, creo que el trabajo lo hacen las corrientes movilizándole la gente, y como tiene esta hegemonía también no necesita mucho para ganar”.
Igualmente, Aguilar explicó que en ninguno de los movimientos hay grandes propuestas o cambios. Casi siempre la mayoría, tal vez con una pequeña diferencia en algún momento, escucho el discurso de los aspirantes casi de igual forma como se ha venido haciendo.
No atraen a los nuevos votantes, eso es uno de los factores por “el cual creo yo que va a haber mucho abstencionismo o más abstencionismo que las elecciones primarias anteriores, una la pandemia, dos la situación económica, tres los candidatos- con las excepciones que siempre hay- no han despertado mayor interés en la ciudadanía”, dijo Aguilar.
También: Nelson Ávila, el político forjado entre libros
Las verdaderas elecciones
Tanto para Sosa como para Aguilar, la verdadera contienda interna en Libre se dará en la elección de las precandidaturas para diputados y alcaldes porque trasciende a las cuatro precandidaturas presidenciales.Es posible que las corrientes de Méndez, Ávila y Reina obtengan votos significativos, probablemente metan gente en las candidaturas a diputados y alcaldes, y pueden incidir en las próximas estructuras partidarias, no necesariamente las van a controlar, pero pueden ser fuerzas importantes a considerar, proyectó Sosa.
No sé, dijo el sociólogo, quién de los tres pueda sacar más votos individualmente, pero juntos van a obtener una importante cantidad que indudablemente podrían poner al partido y la bancada en una situación de mayor equilibrio de poder frente a la familia Zelaya.
“Dentro de las mismas corrientes que apoyan a Xiomara hay una puja fuerte por las candidaturas de las alcaldías y diputaciones, incluso por controlar los organismos electorales. No es que todas las corrientes que van con Xiomara tienen armonía, entre ellas tienen serias diferencias, serias contradicciones, incluso hablan de fraude, no ha escuchado a Juan Barahona, pero no tocan a la familia Zelaya”, expresó Sosa.
Entre tanto, para Aguilar, el movimiento que tiene más fuerzas, más seguidores es el que se lleva la mayor cantidad de candidaturas a diputados y de alcaldes, aunque hay excepciones.
Anteriormente Libre quedó en segundo lugar, no obstante, sacó menos alcaldías que el Partido Liberal que quedó en tercer lugar, “porque el voto para alcaldes no es el voto total de un partido, ahí influye mucho el liderazgo personal; por el alcalde votan los de otros partidos, sus amigos y los que no tienen partido. Así que no se pueden considerar como votos partidarios”. El voto partidario es el presidencial, agregó el expresidente del desaparecido TNE.
Además: Wilfredo Méndez, el defensor de los derechos humanos criado entre la violencia