Tegucigalpa, Honduras
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) presentó un informe donde explicó el procedimiento que siguió el día 29 de noviembre que se interrumpió el procesamiento y la divulgación de datos de las elecciones generales 2017.
La interrupción, según detalló el informe, “ocurrió a las 9:47 AM (miércoles) y posteriormente a las 6:00 PM con una duración total de 8:50 horas”. En ese sentido, el TSE argumentó que “el día 29 de noviembre del presente año, a las 9:47 AM se detuvo el servicio de transcripción debido a que el espacio asignado a la base de datos de 600 gigabyte fue utilizado (estaba lleno)”.
Ante esto se procedió a realizar una resignación de espacio, aumentándolo a 1.8 terabytes (1,800 gigabytes, 200% más de espacio), esto según argumentó el TSE les llevó 3:20 horas y se hizo “siguiendo un protocolo descrito y sugerido por la auditoría internacional”.
Una vez finalizada la resignación de espacio “se levantaron todos los servicios de gestión que apuntan a la base de datos para continuar con el proceso de transcripción”, detalló.
Además, concluye que durante este procedimiento los datos que estaban almacenados “nunca fueron comprometidos, ni afectada la integridad de la información. No hubo adición, sustracción o modificación de los datos de votación en este lapso de tiempo”.
El TSE informó que los servicios estaban listos desde las 1:08 PM y se “reinició la transcripción a la 01:10 PM, continuando con las actas pendientes”.
Según el informe técnico, esta primera interrupción en el sistema no alteró el procesamiento de las actas que se estaban escaneando (enviando) desde Infop a los “partidos políticos y de los demás organismos autorizados por el TSE”. Es decir ellos siempre recibieron la información sin pausa alguna.
El TSE advirtió que pese a la reasignación de espacio, “se pudo identificar sucesos de intermitencia en el servicio (se reiniciaba cada 10 minutos)”. Ante esto se tomaron nuevas medidas para “evitar una posible falla”.
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Las medidas tomadas, según apuntó el informe, fueron crear un “respaldo adicional de la base de datos”. Luego se procedió a “bajar los servicios de gestión de almacenamiento, a las 6:00 PM”.
Y por último “revisar y ajustar la configuración del servidor que quedaría brindando los servicios de conexión con la base de datos”.
Esto les tomó según el informe 5:30 horas, habilitando de nuevo el servicio “a las 11:30 PM y verificando la replicación de los datos que se realizaba en un equipo diferente”.
Y es que con este equipo paralelo se obtendría “redundancia de los datos” y disminuirían los riesgos en caso de alguna falla técnica durante el procesamiento.
El TSE aseguró que durante estas interrupciones en la transcripción de datos “nunca se detuvo el proceso completamente”.
Finalmente, el informe detalló que luego de los sucesos “se continuó con la transcripción de las actas hasta la finalización del procesamiento de todas las actas de los tres niveles”. Y recalcó que la base de datos no sufrió fallas y que “se mantuvo la integridad de los datos”.
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