Tegucigalpa, Honduras
La campana utilizada para abrir y cerrar sesiones en el Congreso Nacional (CN) este domingo estuvo bien protegida.
El “diputado campana”, como bautizaron al legislador del partido Libertad y Refundación (Libre) por Lempira, Yester Muñoz, esta vez controló sus emociones.
En la instalación de la junta directiva provisional del 2014, Muñoz se enfureció tanto que se subió al pódium y quebró el histórico instrumento.
Cuatro años después, el folclórico legislador le contó a EL HERALDO cómo recuerda ese momento y si le tocó pagar las reparaciones.
“Lo recuerdo como un momento de impotencia, como un momento de lo que sucede a cada segundo en este Congreso Nacional”, manifestó minutos antes de la elección de la junta directiva provisional del período 2018-2022.
Recordó que “en ese momento yo le di vuelta a la campana, mandando un mensaje al pueblo de que el Congreso estaba patas arriba, eso quería decir”.
“Cuando le hice el tilín tilín, fue porque el Partido Liberal, ayer, hoy y mañana, sigue en comparsa con el Partido Nacional”, justificó.
Al cuestionarle ¿cuánto le costó la reparación?, afirmó que “no la cobraron porque es una gran mentira, nunca se quebró esa campana, es más fácil que se haya quebrado la cabeza del Presidente y no la campana”, declaró con seguridad.
Muñoz confió que a sus 40 años nunca le habían puesto un apodo, “aquí en el Congreso me lo vinieron a ‘clavar’, como decimos en el argot popular, pero me siento orgulloso porque fue una acción para bien del pueblo”.
Aseguró que con tomar la campana y hacerla sonar demostró que la gente de tierra adentro tiene dignidad, que son honestos, leales, sinceros y honrados.
Por su acción le querían cobrar 70 mil dólares, “ni en todo el período los iba a obtener”, indicó.
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