Sabiéndose solos y sin las condiciones mínimas para aprender bajo ese mecanismo, fueron muchos los que no tuvieron más opción que abandonar el sueño de formarse. Según el recuento realizado por la Unidad de Datos de EL HERALDO en octubre de 2020 se contabilizaba que un total de 105,971 alumnos habían desertado del sistema, una cifra desde entonces alarmante en comparación con años anteriores, pues por poco igualaba la de los últimos cuatro años juntos.
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De acuerdo al informe emitido por el Sistema de Administración de Centros Educativos (Sace), en el periodo de 2016 a 2019, unos 175,000 alumnos abandonaron las aulas.
De esa forma, si los estragos causados por el covid-19 en materia de educación ya eran devastadores, con el impacto de Eta y Iota se gestó una crisis sin precedentes, en ese y otros ámbitos del país, pues de acuerdo al último reporte de la Secretaría de Educación, más de 125 mil estudiantes renunciaron al sistema educativo tras la pandemia y las lluvias destructivas.
Eso representa un aumento de 65% en menos de un mes y los analistas prevén que la situación podría ser aún peor el próximo año escolar, pues la crisis económica y social no se superará tan rápido.
Reprobados y damnificados
Hasta finales de noviembre se contabilizó que alrededor de 9,066 educandos de 14 de los 18 departamentos del país fueron afectados por los fenómenos naturales Eta y Iota; de estos 1,174 pertenecen a la educación prebásica, 6,856 a la educación básica y 1,036 a la educación media, según informó el ministro Arnaldo Bueso.El reporte de daños levantado por las autoridades también detalla que más de 500 centros educativos fueron severamente destruidos por los fenómenos climáticos y otros 649 están sirviendo de albergues.
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Para muchos estas cifras relacionadas a la infraestructura educativa y a la cantidad de estudiantes afectados dista de los planes de las autoridades, quienes anunciaron recientemente que el año escolar 2021 se desarrollará de forma semipresencial y virtual, debido en parte, a la cantidad de estudiantes que no lograron un desempeño satisfactorio este 2020.
Es por ello que el también máster en gestión de desarrollo dijo que además de invertir en las condiciones ambientales propicias 'se deben revisar los sistemas de evaluación principalmente por la mezcla entre actividades presenciales y virtuales, fomentar entre los estudiantes y todos los involucrados en el proceso valores humanos como la solidaridad y el amor, pues así como se ha visto en los últimos días serán muchos los que continuarán necesitando del apoyo de los demás para salir adelante', concluyó.
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