Antes de que lleves a cabo tu primera exposición solar, resultará muy beneficioso, casi imprescindible, que te realices un peeling tanto en la cara como en el cuerpo, o en su defecto, puedes realizarte bajo la ducha un exhaustivo masaje corporal con el guante de crin, ya que de ambas maneras lograrás eliminar las células muertas, y al eliminarlas obtendrás el beneficio de broncearte antes y mejor, obteniendo un color de piel más dorado y bonito.
El siguiente paso, es tomar el sol gradualmente y utilizando siempre un filtro de protección 15 como mínimo, tanto si tu piel es blanca como si ya está bronceada recuerda que aunque el sol nos reporta numerosos beneficios es actualmente la principal causa de cáncer de piel, si utilizas filtros solares de protección alta igualmente conseguirás ponerte morena, quizás de una manera algo más lenta, pero eso sí, de forma más segura, evitando quemaduras, manchas y arrugas prematuras. Por esta misma razón, resulta más conveniente tomar el primer sol de la mañana o el último del día, evitando las horas de mayor intensidad solar (de 12 a 16 horas).
Media hora antes de tomar el sol (ya sea en la playa, en una terraza o simplemente al dar un paseo) aplícate el protector solar y repite dicha operación cada dos horas. No te olvides de tus labios, aplícate un protector labial. Tampoco descuides tu cabello, tan castigado en esta estación, aplica sobre él un protector solar que podrás encontrar en forma de espuma, spray, gel o aceite, elige el más adecuado para tu tipo de cabello: las espumas y geles son ideales para cabellos grasos y melenas cortas, mientras que el aceite se recomienda más para cabellos largos y secos.
Si tienes que depilarte, lleva esta operación a cabo un par de días antes de ir a la playa, evitarás posibles irritaciones en tu piel.
Durante los meses de mayor exposición solar deberás hidratar tu piel a diario además de utilizar alguna leche nutritiva que le aporte a tu piel mayor humedad, flexibilidad y resistencia para evitar un envejecimiento prematuro. Las vitaminas de los cosméticos y productos solares nos protegen de las agresiones externas y ayudan a nuestra piel a recuperarse de los daños causados por los rayos ultravioletas. Todas son importantes, pero especialmente las vitaminas A y E, ya que son las encargadas de prevenir el fotoenvejecimiento y el cáncer de piel. La vitamina E actúa igual que un filtro solar en todas las capas de la dermis, mientras que la vitamina A (retinol) mejora el efecto barrera de la piel, mejorando su aspecto y elasticidad, por lo que resulta ideal para las pieles envejecidas, la vitamina B5 resulta un hidratante cutáneo realmente eficaz y la vitamina C potencia la pigmentación de la piel, por lo que mejora su protección natural frente a los rayos solares.
En cuanto a nivel interno (alimentación), debes saber que comer más frutas y verduras frescas, te ayudarán a mantener tu piel y tu cabello en buenas condiciones, por ejemplo: comer zanahorias (un par al día) te ayudará a potenciar tu bronceado. Además si durante la época estival bebes un litro y medio de agua a diario, como mínimo, ayudará a que mantengas hidratada tu piel.
Para finalizar, te recordamos que después de tomar el sol es conveniente darse una buena ducha templada con un gel hidratante y posteriormente aplicarse una crema after sun, recuerda que en el mercado también puedes encontrar champús after sun para tu cabello.
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