Uno de los primeros en hacerse presente para la oración con la que decidieron iniciar las actividades este 27 de enero, fue el designado presidencial, Salvador Nasralla, quien llegó en compañía de su hija, Alicia y sin el acompañamiento de su esposa Iroshka Elvir, pues ella se encontraba sesionando en el Congreso Nacional tras resultar electa en el pasado proceso electoral del 28 de noviembre.
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Al ingeniero y presentador de televisión lo acompañó el asesor de campaña, Pedro Barquero y otros miembros del Partido Salvador de Honduras, además de una buena parte de la población que lo recibió con el grito al unísono de '¡Sí se pudo!', con quienes procedió a tomarse fotografías.
Antes de ingresar al templo católico, Nasralla brindó una breve entevista a los medios de comunicación, donde dijo sentirse positivo y pidió a Dios que 'nos ilumine', pues aseguró que la meta es 'que por primera vez en 12 años podamos tener un gobierno que le permita al país salir de la pobreza', al tiempo que destacó que este no es un país pobre.
'Al pueblo hondureño le digo: nosotros somos un país riquísimo. Todo lo que nosotros tenemos en nuestros 112,492 kilómetros cuadrados lo sueñan países que nosotros consideramos ricos como Israel, como Qatar, Holanda, Bélgica, son países pequeños y tiene mal clima y nosotros tenemos tierras fértiles y buen clima todo el año, solo necesitamos que llegue gente preparada a dirigir las instalaciones, que no llegue a robar', declaró.
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Ante la consulta '¿Qué le prometen a la población hoy que inician el gobierno?', el designado presidencial contestó: 'Prometemos trabajar con manos limpias y con toda la apertura que nos van a dar los gobiernos amigos, instalar las fábricas y todo aquello que nos produzca riqueza, para que Honduras sea lo que fue hace 60 años, que era el granero de Centroamérica, vamos a hacer que Honduras sea autosuficiente alimentariamente. El mundo entero clama por alimentos, Honduras los tiene, solo falta la tecnología y nos la van a dar', enfatizó.
