Se estima que fue el pórtico que permitió su posesión demoníaca, que implicó la escucha de voces y la levitación de todo tipo de objetos, incluyendo los religiosos, a su alrededor. Sin embargo, la peor parte comenzó cuando en su cuerpo aparecieron mensajes, escritos por garras invisibles, que dejaron profundas heridas.
Con el consentimiento de la iglesia católica, Robbie fue sometido a más de 30 sesiones de exorcismo, que agónicamente terminaron por expulsar cualquier espíritu maligno. 01/02/2021 - 11:02