A pesar de las críticas y acoso que ha denunciado, la boxeadora Imane Khelif conquistó la medalla olímpica de oro, victoria que fue celebrada por sus compatriotas en Argelia y los presentes en París. Más detalles a continuación.
Con disparos al aire y cánticos de alegría, el pueblo pobre y rural de la boxeadora argelina Imane Khelif celebró el viernes su oro en los Juegos Olímpicos de París después de una controversia de género.
Los compatriotas de Khelif se reunieron para ver en pantalla grande el triufo de la boxeadora de 25 años.
El júbilo llegó también a la capital, con una multitud reunida en el centro de la ciudad para celebrar la victoria con fuegos artificiales y haciendo sonar los cláxones de los autos.
El viernes Imane Khelif tuvo su duelo final contra la boxeadora china Yang Liu en el torneo femenino de peso wélter de 66 kilogramos.
Finalizado el combate y luego de darse a conocer las decisión de los jueces, quienes por unanimidad proclamaron como campeona a Imane Khelif, su equipo junto con ella recorrieron la pista de tenis Roland Garros que sirvió como el escenario del combate.
Los argelinos que estaban observando el encuentro coreaban el nombre su representante que los puso en alto en los Juegos Olímpicos.
Tres representantes de Argelia lograron ganar medallas olímpicas. Junto a Imane Khelif, Kaylia Nemour también ganó el oro en gimnasia artística en la categoría de barras asimétricas femeninas; mientras que Djamel Sedajti ganó el bronce en la carrera de 800 metros masculino.
Desde la ciudad de Tiaret en Argelia, niños y niñas compartían la alegría. También, en Biba Mesbah, el pueblo natal de Khelif, los pobladores cantaban “Un, dos, tres... ¡Viva Argelia!”.
Antes del combate definitivo, cientos de voluntarios se presentaron en Biban Mesbah para preparar la gran noche. A pesar de unas temperaturas sofocantes de 46 ºC, los hombres limpiaban la aldea y decenas de mujeres alistaban enormes cacerolas de cuscús.
Cuando se estaba dando el enfrentamiento entre la argelina y la china, muchas personas mostraban su apoyo a Khelif de distintas formas, como el caso de estas dos mujeres que rezaban por ella.
Sin recelo alguno y demostrando su profesionalidad, Imane Khelif también celebró con las demás competidoras. Yang Liu (a la izquierda, ganadora de medalla de plata) y las medallistas de bronce Janjaem Suwannapheng de Tailandia y la taiwánesa Chen Nien-chin.
Como una forma de rendirle homenaje, artistas urbanos han plasmado en paredes de Tiaret el rostro de la boxeadora.
“Soy una mujer fuerte con poderes especiales. Desde el ring, envié un mensaje a los que estaban contra mí”, dijo Imane Khelif tras su victoria.