“Nosotros estábamos esperando a nuestra amada Cristina. Y justo bajó a saludar a todos, como todas las noches, a saludar al pueblo. Y de golpe se escuchó un revuelo, y era aquel tipo que le apuntó a ella. Justo por mi lado lo agarraron, lo corrieron por acá y yo lo tengo clavado en mi cabeza la cara del desgraciado este”, contó en la madrugada a la AFP Teresa, una mujer que no dio su apellido frente al domicilio de la vicepresidenta.