La desaparición de una mujer y unas pistas halladas en el último lugar donde fue vista llevaron a las autoridades a llegar hasta la vivienda de Gain, donde se encontraron con cosas terroríficas, entre ellos destacaba principalmente el cuerpo de la desaparecida desnudo, colgado de los tobillos, decapitado, abierto en canal y vacío de vísceras. Con el tiempo y las propias declaraciones del asesino se descubrió que abría tumbas de mujeres ya fallecidas y en su casa curtía sus pieles para hacer objetos como abrigos o lámparas e incluso cinturones con sus pezones. De la misma forma usaba los cráneos de sus víctimas como tazas y las vulvas las guardaba en cajas.