El estudiante Olman Adalid Castillo fue interceptado por un pandillero en el portón principal del Instituto Central Vicente Cáceres, quien le dijo: “Ocupamos hablar con vos, en la esquina te vamos a esperar”, a lo que Castillo aceptó, sin imaginar que era una trampa mortal. Desde el cautiverio donde lo mantenían las personas que le quitaron la vida.-“Aló, ¿dónde estás?, ¿estás bien?, ¿habla, te hicieron algo?”-“Estoy bien, ya voy para la casa, tranquilos que ya voy para allá”.