El delantero hondureño Antony “Choco” Lozano se convirtió en el héroe del Cádiz al marcar el gol que le dio la permanencia en la primera división de España al conjunto gaditano en el duelo frente al Alavés, culminando así una temporada en donde el catracho ha tenido muchos altos y bajos. Con su nombre coreado por los aficionados y acaparando portadas en la península Ibérica, repasamos la vida del héroe del Cádiz más allá de las canchas.
En el cierre de la presente temporada, “El Choco” recuperó el olfato goleador justo cuando su equipo más lo necesitaba.
Con sus goles en las últimas fechas ante el Elche y el Alavés, Lozano se convirtió en pieza clave para que el Cádiz lograra permanecer un año más en primera división.
Luego del tanto frente al Alavés, el nombre de Antony Lozano comenzó a ser coreado por los aficionados en las afueras del Nuevo Mirandilla, mientras que en los periódicos de este lunes el hondureño era el gran protagonista.
Durante la campaña 2021-2022, Antony Lozano marcó un total de siete goles, muchos de los cuales fueron claves para que el Cádiz mantuviera la categoría un año más.
Con los números registrados en esta temporada, “El Choco” Lozano alcanzó los 50 goles en el fútbol español, en donde ha vestido la camiseta de clubes como el Alcoyano, Valencia II, Tenerife, Barcelona B, Girona y Cádiz.
En las últimas temporadas “El Choco” Lozano se ha convertido en uno de los legionarios hondureños más destacados dentro del campo, sin embargo, muy pocos conocen a qué se dedica el jugador cuando no está en la cancha.
Alejado de los medios de comunicación, Lozano prefiere manejar su vida personal a un bajo perfil, hasta el punto que no suele compartir muchos detalles de ella en sus redes sociales.
Pese a jugar en una de las mejores ligas del mundo, el hondureño prefiere que los reflectores estén sobre él solamente cuando se pone la camiseta del Cádiz.
Según relatan desde su círculo cercano, el hondureño no es una persona que responda a las críticas que surgen desde su propio país, además señalan que ha mantenido una imagen intachable.
“No vivimos de lo que diga la gente”, ha manifestado el hondureño en anteriores ocasiones.
“Esto es como un viaje en el que vas haciendo una serie de estaciones. La crítica es parte de ello y no es el final del viaje. Siempre he tomado la crítica para mejorar, aprender”, declaró en una oportunidad durante una entrevista con la revista Iconos Mag.
El nacido en el barrio El Patrol de la ciudad de Yoro mantiene su característica sencillez fuera de las canchas, sintiéndose orgulloso por haber trabajado mucho para llegar a la élite del fútbol.
Según comenta su abuelo don Rubén, su nieto “es bien respetuoso, no cambia aunque está lejos, siempre hace tiempo para venir a vernos”.
El delantero hondureño está casado con la exmodelo Alessa Gámez, quien a lo largo de estos años se ha convertido en su compañera de vida y su principal soporte en su aventura por el fútbol europeo.
En su día a día, Lozano se dedica mucho a estar junto con su familia, siendo un padre y esposo muy entregado.
“El Choco” Lozano ha tratado de mantener a su familia lejos de los reflectores públicos, tratando de compartir y disfrutar el tiempo junto a sus dos grandes amores.
En la parte espiritual, hace varios años Lozano entregó su vida en Cristo, lo cual en reiteradas ocasiones ha descrito como la mejor decisión.
“Siempre digo esto, soy una persona normal y simplemente me dejo usar por Dios. Hoy tengo la gracia y la bendición de disfrutar lo que tengo y he logrado, no solo por el esfuerzo, sino porque todo está en manos de Él”, ha dicho Lozano.
El delantero catracho tiene una fundación en Honduras llamada “Atletas del Reino”, la cual está conformada por un grupo de exjugadores y futbolistas activos, quienes tratan de llevar a cabo proyectos enfocados en ayudar a los jóvenes del país y llevar el mensaje de Dios.
Fuera de las canchas se puede describir a Antony Lozano como un hombre de familia, dedicado a su hogar y entregado a Dios, lo cual ha sido una parte muy importante para poder conseguir el éxito en el fútbol europeo.