Tras la polémica en Costa Rica, Figueroa regresó a Honduras en enero de 2020, pero lejos de encontrar la paz en su país natal, el futbolista sufrió un lamentable atentado mientras se conducía en su vehículo. Cuando transitaba por la capital, individuos armados le dispararon en reiteradas ocasiones, sin embargo, la blindada carrocería del automotor le salvó la vida.