A pocos minutos de que inicie la gran final, Wembley se ha teñido de blanco, amarillo y negro para una memorable batalla entre Borussia Dortmund y Real Madrid,
Aficionados del Borussia Dortmund desbordaron las calles de Londres para vivir la fiesta de la final de Champions League. 100 mil de ellos viajaron al Reino Unido y la mayoría no consiguió entradas.
Los aficionados del Real Madrid, acostumbrados a estas grandes citas, viajaron desde España para darle apoyo al Rey de la competición.
La afición del Borussia Dortmund es una de las más fieles que existe en el mundo del fútbol y así lo hicieron saber en las afueras de Wembley.
Los accesos a Wembley eran una locura. Un mar de aficionados aguardaba por su ingreso a la catedral del fútbol inglés.
Los ultras del Borussia Dortmund vivieron su fiesta particular a pocos metros de Wembley.
El público alemán anhela festejar su segunda Champions League este sábado.
El madridismo se ha volcado en gran número a Wembley. Los que han sido más veces invitados a la fiesta de la gran final saben cómo disfrutar de este momento.
El muro amarillo del Borussia Dortmund desató la pasión en las calles de Londres.
El madridismo luce muy optimista de levantar la 15 esta noche en Wembley. Este seguidor blanco llevó su propia réplica de La Orejona.
En la parcialidad alemana la locura es tal que este seguidor se pintó la cara con los colores del cuadro aurinegro.
El Real Madrid tiene un ejército de fieles fanáticos que nunca lo han visto perder una gran final de la Champions League.
En Dortmund tienen fe de que su amado Borussia levantará esta noche su segunda Orejona.
Una parte de Wembley se tiñó de negro y amarillo, tal y como ocurrió hace 11 años.
Y tal y como ocurrió hace 11 años, Jürgen Klopp regresó a Wembley, pero esta vez como aficionado, para ver el partido y seguramente mostrar su apoyo al Borussia Dortmund.
Desde lo más alto de Wembley, el exitoso entrenador alemán desea suerte al conjunto que dirige Edin Terzic.
Al ser una auténtica fiesta, en la final de la Champions League no pudieron faltar las bellas aficionadas.