Las guerras dejan muerte, destrucción, luto e imágenes desgarradoras, una de ellas es la que se vivió en Lviv, Ucrania, donde se realizó un doloroso homenaje a los bebés muertos durante el conflicto con Rusia.
La escena tuvo lugar en la plaza central adoquinada de la ciudad de Lviv, donde las personas llevaron carritos de todos los tamaños y colores para representar a todos los fallecidos durante los bombardeos.
Algunos adultos llevaron a sus hijos y esto hizo más emotiva la jornada. Pequeños niños empujaban las carreolas que alguna vez usaron, cuando su país era un sitio seguro para disfrutar su infancia.
Las autoridades confirmaron que 109 carritos fueron colocados en filas.
Por ahora Lviv no ha sufrido los embates de la guerra como otras zonas de Ucrania, pues está situada al oeste del país.
“Recuerden a sus hijos cuando eran pequeños y estaban sentados en cochecitos como estos”, dijo Zhuravka Natalia Tonkovyt, una ciudadana canadiense de origen ucraniano que pasaba por el lugar.
El mensaje de Tonkovyt parecía más ir dirigido a las madres rusas, por el tono de su voz y la fuerza en sus palabras.
“Algunos (niños) no serán puestos en estos cochecitos porque están muertos. Compáralos con tus propios hijos, recuerda tus sentimientos hacia tus propios hijos... No quiero ver ningún cochecito vacío”, siguió.
El evento ocurre solo horas después de un bombardeo en un teatro de Mariúpol, donde se refugiaban decenas de personas.
Y aunque el gobierno ruso asegura que su operación militar no es contra civiles, ya se cuentan cientos de fallecidos que no estaban vinculados a la guerra, según registros oficiales.
Madres, padres, hijos y hermanos han dado sepultura a sus muertos y algunos ni siquiera eso, pues sus seres queridos huyeron a otro sitio antes de los ataques y los que quedaron lamentablemente perdieron la vida.
Según datos de Unicef, cada segundo un niño se convierte en refugiado a causa de la guerra en Ucrania.
La ONU asegura que hay más de 500 civiles muertos en el conflicto.
Y Estados Unidos estima que al menos siete mil soldados han muerto durante los ataques rusos.
El noventa por ciento de los refugiados son mujeres y niños, según Unicef.
Y cada día, decenas siguen saliendo por las fronteras a zonas más seguras.