Lo que se disponía a ser una tarde de diversión se convirtió en una tragedia con cuatro muertos y varios heridos, luego de que una gradería se desplomara en una corrida de toros en el municipio de El Espinal, en el sur de Colombia. A continuación más detalles.
El hecho ocurrió el domingo alrededor de la una de la tarde, cuando una gradería de madera se desplomó de repente en la Feria de San Pablo y San Pedro.
La tragedia acabó con la vida de cuatro personas, entre ellas un niño. Algunas murieron en el instante, mientras otras fallecieron al ser trasladadas a un centro asistencial.
Por su parte, los hospitales colapsaron al recibir más de 250 heridos, de los cuales 10 presentaron lesiones de gravedad.
“Nuestra plaza de toros esta conformada por 44 palcos de los cuales ocho se cayeron, cada uno con 100 personas”, detalló el alcalde de El Espinal, Juan Carlos Tamayo, con la voz quebrada.
“Vi gente adentro de los escombros, otros botados ahí tratando de salir, muy difícil”, relato a la AFP Samuel Galindo, un vecino de la plaza que registró la tragedia con su dron.
También se conoció que tras lo ocurrido, el toro comenzó a perseguir personas, quienes entre la confusión y el pánico trataron de buscar un lugar seguro.
“Pediremos una investigación de los hechos, solidaridad con las familias de las víctimas”, expresó en Twitter el presidente, Iván Duque.
A través de las redes sociales han circulado diversas imágenes de lo ocurrido el domingo, donde se puede ver una enorme porción de palco de madera, lleno de espectadores, caer sobre la arena de corrida de toros.
Por su parte, el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, también se solidarizó con las víctimas e hizo un llamado a los alcaldes a no promover eventos de este tipo.
“Espero que todas las personas afectadas por el derrumbe de la plaza de El Espinal puedan salir airosas de sus heridas”, escribió.
“Esto ya había sucedido antes en Sincelejo. Le solicito a las alcaldías no autorizar más espectáculos con la muerte de personas o animales”, agregó.
Como alcalde de Bogotá (2012-2015), el mandatario electo detuvo las corridas en La Santamaría, la emblemática plaza de toros de la capital.
El gobernador de Tolima, Ricardo Orozco, anticipó que pedirá “la suspensión de toda esta clase de fiestas que son las corralejas”, alegando que los eventos “atentan contra la vida” y fomentan el “maltrato animal”.
El día anterior varias personas sufrieron lesiones por accidentes con el ganado en las “corralejas” de El Espinal, un pueblo de unos 78,000 habitantes ubicado a 150 kilómetros de Bogotá.
Aunque la justicia colombiana castiga el maltrato animal, prácticas como las corridas y las peleas de gallos están protegidas por su arraigo cultural.