Según el New York Time, Rihanna evocó, de pies a cabeza, un rubí: específicamente como el anillo Bayco de 19.47 quilates que portó . O bien, fue como “una especie de diosa de la fertilidad de vanguardia, empapada en un color con todo tipo de asociaciones potentes relacionadas con el cuerpo femenino, especialmente el cuerpo femenino embarazada”.